Hacía 25 años que no visitaba la fábrica de “Los Serranos” pero el pasado jueves al general secretario que anduvo por el oriente en compañía de su esposa María Porto se le ocurrió acercarse hasta Collera en Ribadesella para saludar a su buen amigo el licorero Emilio Serrano, gran embajador del turismo del oriente asturiano e hijo predilecto del concejo riosellano. Francisco Alvarez-Cascos y su señora llegaron de incógnito y el bueno de Emilio Serrano les enseñó con detalle los centenarios alambiques y la cubas probando, como es natural, un licor de guindas reserva que es capaz de levantar del escaño hasta los políticos.
Alvarez-Cascos estuvo en Covadonga y supongo que habrá examinado con ojo crítico el Cares y el Sella para sus próximas jornadas de pesca deportiva del salmón, una magnífica manera de cargar pilas cara a la campaña electoral en el que está inmerso a fin de elegir los eurdiputados españoles el próximo 25 de mayo. Hace 25 años Francisco Alvarez-Cascos visitó por primera vez esta fábrica de excelente licor aprovechando una jornada de pesca en el Sella. Entonces estuvo acompañado por Manuel Fraga, Ricardo Pire y el fallecido Luis Fernández Vega. Como cambian las situaciones con el paso del tiempo. En esta ocasión su visita fue tan discreta que ni se entero la alcaldesa de Ribadesella la forista Charo Fernández Román más contenta que unas castañuelas con el remodelado edificio del ayuntamiento. Me cuentan que está haciendo una buena labor y ella misma ya ha manifestado no hace muchas fechas en la COPE que piensa volver a presentarse en mayo del 2015. El caso es que por el buen tiempo, las carreras de caballos en la playa o la excelente gastronomía de la zona, estos días Ribadesella está a romper. Bueno, el próximo martes a las 20,00 horas en Trascorrales de Oviedo muchos riosellanos, Emilio Serrano incluido, se darán cita para asistir a la presentación del libro de memorias del cronista oficial del concejo Lorenzo Cordero. “El rojo color de la memoria” promete.
Lógicamente, lo dicho, nuestros políticos esta semana, en Asturias o fuera de ella, cargan pilas para poder afrontar lo que se les avecina, o sea, intentar no solo que el ciudadano de a pie acuda a las urnas el próximo día 25 de mayo sino que además vote a su opción. El único diputado de Foro Enrique Alvarez Sotres descansa en Pravia y su compañero de partido y miembro de la mesa de la Junta General del Principado Pelayo Roces lo hace en el Caribe, en Santo Domingo, concretamente donde tiene un hermano, hay una importante colonia asturiana y además inaugura una fábrica de productos de cemento al estilo de la que tiene en la Revuelta del Coche en Siero.
También el senador y ex presidente del Principado Vicente Alvarez Areces descansa rematando sus memorias que pronto verán la luz. A muchos ha decepcionado que no acuda, al igual que el delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo, a la comisión que en el ayuntamiento y bajo la presidencia de Roberto Sánchez Ramos “Rivi” examina el pufo que para Oviedo ha supuesto el Calatrava. No es lo mismo ir en la procesión que repicar las campanas. Tiene razón el ex concejal del PSOE Carlos Fernández Llaneza cuando afirma que Oviedo es la capital de las oportunidades perdidas. Insisto, este visitador médico y cronista especializado en el Naranco sería un buen candidato a la alcaldía de la ciudad pero quien ya se ha empezado a mover es el todavía eurodiputado Antonio Masip con la espina clavada de haber sido en su momento derrotado por Gabino de Lorenzo para la alcaldía. Alfredo Pérez Rubalcaba sin embargo quiere que el candidato a conquistar municipalmente Vetusta sea el diputado Antonio Trevín. Las primarias deberán despejar tan apasionante incógnita dentro de unos meses
