Mañana se celebran elecciones a la presidencia de la Cámara de Comercio de Oviedo. Tienen voto los 51 vocales que compone su órgano directivo y se presenta como candidato Fernando Fernández-Kelly, de la empresa AZVASE con sede en Valladolid pero desde hace tiempo realizando importantes trabajos para las distintas administraciones asturianas. Fernández-Kelly es un tipo emprendedor y bien relacionado que unos años presidió la Asociación de Jóvenes Empresarios. A la hora de redactar este comentario, las 19,00 horas, no me consta que el ex presidente de la Asociación de Hostelería del Principado de Asturias Alfredo García Quintana (Hotel El Madrigal en la calle de Jovellanos) haya presentado también su candidatura.El caso es que uno de los principales retos en la Cámara de Comercio ovetense lo tiene ese sector, el hostelero, a punto de poner en marcha las nuevas instalaciones de la escuela de hostelería en el polígono de Olloniego, en un magnífico edificio construido hace años con Fondos Mineros que si en un principio muchos creyeron que no tenían fondo, sí que lo tiene, vaya si lo tienen, por lo que media Asturias está paralizada al no darles luz verde el gobierno de Mariano Rajoy.
El caso es que los trabajadores de la escuela de hostelería del Principado de Asturias, ubicada desde hace años en lamentables condiciones en los bajos del quiosco Bombé y de la Granja en el campo de San Francisco, han recibido ya la carta para incorporarse en unos días a la nueva escuela. Lo dicho, era hora, el caso está ahora en ver como funcionará. Los vientos no corren bien para las cámaras de comercio. En Asturias hay tres, Gijón, Avilés y Oviedo, y por supuesto son incapaces de fusionarse. Nuestro individualismo es exacerbado y bien que perjudica pero ¿Quien de verdad le pone el cascabel al gato?. Como por ley ya no es obligatorio a las empresas ni a las asociaciones profesionales pagar cuota alguna a las cámaras están van languideciendo lentamente hasta, me temo, su desparición. Algo parecido les va a ocurrir a lo que sufrieron las cámaras agrarias. La de Oviedo a la chita callando ha venido reduciendo plantilla y servicios porque, no nos engañemos, al fin y al cabo se solapa con la Federación Asturiana de Empresarios. El clan dominante, aunque tiene ahora algún miembro en situación delicada, que logró colocar en FADE en sustitución de Severino García Vigón al presidente de GAM Pedro Luis Fernández, con barba y una pierna tocada, -¿Por qué Liberbank está yéndose como accionista de esta compañía?-, intenta ahora no perder el control de la Cámara de Comercio de Oviedo -su patrimonio aún es importante- de ahí el esfuerzo que están realizando estos días para conseguir votos para Fernández-Kelly. Veremos mañana lo que pasa.
Entre tanto los políticos continúan divirtiéndose con sus comisiones, generadoras de dietas y justificaciones, caso del ayuntamiento de Oviedo sobre el affaire Calatrava. Me la risa, por no decir otra cosas, ver interrogándose y contestando unos y otros concejales, alcalde incluido, sobre la triste historia de la empresa Jovellanos XXI con el palacio de congresos y la parcela a medio construir a la entrada de la “y” en Oviedo. Cuando se puso en marcha el expediente para construir el palacio de congresos siendo Gabino de Lorenzo alcalde ¿Donde estaban o de que se enteraron los Alfredo Carreño, Roberto Sánchez Ramos y compañía?. Y lo mismo digo de la comisión sobre los dispendios en el Niemeyer creada en la Junta General del Principado y presidida por el pepero Alfonso Román quien, por cierto, aún no ha presentado en sociedad las conclusiones. ¿No le habremos pagado este mes?. Siempre me enseñaron en los Dominicos que en esta vida ser juez y parte no está bien pero, claro, entonces nada sabíamos de dietas y otras prebendas.
En la comparecencia el otro día ante la comisión del ayuntamiento de Oviedo presidida por Rivi -lo pasa como los indios- el primer teniente de alcalde Jaime Reinares manifestó que para una ciudad como Oviedo los congresos son vitales y que cada asistente a uno deja 300 euros al día en la ciudad. De acuerdo, el problema es que, como dijo Agustín Iglesias Caunedo, “este palacio de congresos es de otro tiempo; hoy no se habría concebido así”. Efectivamente, el palacio de congresos de Calatrava es un mamotreto poco operativo, además está muy deteriorado por el abandono de la empresa que lo construyó e intento explotar en su primera etapa. Solo hay que ver el ritmo de actividad que registra en su sustitución el auditorio Príncipe Felipe que continuamente acoge pequeños congresos y reuniones de todo tipo, además de los conciertos y actuaciones musicales diversas. Madrid y Barcelona se llevan al 60 por ciento del mercado de congresos en España y otras 56 ciudades, incluida Oviedo, el resto. Dadas nuestra malas e insuficientes comunicaciones con el resto del mundo mundial y los problemas del Calatrava para ponerlo en situación competitiva, lo tenemos crudo. Vamos, ni el turismo religioso, como quieren algunos, va salvarnos. Amen.
