Una buena amiga me los ha descrito así: Color rosa, si es cursi; color morado, si es difícil; color rojo si es pasional; color amarillo, si es interesado; color verde, si es inmaduro; color negro, si es triste; y color azul, si es infinito. Según mi buena amiga, este último color es el más deseado y el más difícil de obtener. Y yo añado, echando mano de una experiencia personal como boxeador aficionado, que un golpe directo en la nariz te puede hacer ver todos estos colores juntos y experimentar lo contario al amor.