Aceituneros de Jaén

Solamente en el caso de los países coloniales, en el caso de los países de pobreza extrema, o en el caso de los países en los que sus gestores públicos están subordinados a los intereses financieros, mercantilistas, y a los grandes grupos empresariales, se dan las circunstancias para que un Estado que sea líder mundial en una determinada materia o producto pierda su liderazgo en beneficio de intereses extranjeros.
España es líder mundial en el aceite de oliva con una producción que el pasado año llegó hasta un millón seiscientas mil toneladas. Italia sacó de España, en el mismo periodo y a bajo precio, trescientas mil toneladas de aceite a granel que después de su comercialización le convierte en el primer país mundial vendedor y consumidor.
El 31% del capital de DEOLEO -principal firma española del aceite de oliva, propietaria de las primeras marcas italianas, Bertolli y Carapelli, y que en España controla Carbonell, Koipe y Hojiblanca- está en venta. El apetito de los grandes fondos internacionales, coligados con los intereses nacionales de Italia, va más allá de ese 31%.

Sería una tragedia más si este Gobierno, que dirige nuestros destinos con mayoría absoluta, no estuviera a la altura de las circunstancias y no pusiera el resto, mediante una intervención directa, para impedir un más que previsible monopolio extranjero en perjuicio de los intereses de los productores nacionales y de los miles de puestos de trabajo de un sector -de los pocos- en el que aún podemos sentirnos satisfechos de mantener el liderazgo mundial.



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