Decía anoche, la ex de un montón de cargos políticos y actual caza talentos,Esperanza Aguirre, -en la  televisión de los obispos, y de los periodistas y comentaristas con más buena fe cristiana del universo- que los Agentes de Movilidad que la multaron en Madrid por estar mal aparcada lo hicieron con mucha prepotencia y mucho machismo y, sin la menor duda, lo que pretendían era hacerse una foto con ella.

El caso es que , Esperanza Aguirre, sin obedecer ordenes, se subió al Toyota de sus nietos -que es un poco más largo del coche que ella utiliza habitualmente-, dio un acelerón, llevó la moto del agente por delante, y se parapetó en su casa bajo la vigilancia de la Guardia Civil. Llegaron los agentes denunciantes, no los quiso recibir, y estos optaron por poner una denuncia en la comisaría de Leganitos.

Es una pena que "un animal político" como como Esperanza Aguirre, acostumbrada a giros y volantazos a izquierda y derecha, con el fin de ir librando los muertos y todos los "gürteles" que encontraba en su camino, que hasta ahora conseguía año tras año un descuento en el seguro por haber mantenido todos los puntos en el carné de conducir, cuando se le ordena mantenerse estacionada y a la espera desobedece de manera flagrante y tras un acelerón y arrollar la moto del agente se da a la fuga.

En cualquier país de la Europa del orden y las buenas formas, un político ya habría pedido disculpas y presentado la dimisión. Esperanza Aguirre tiró con el Toyota que compró para sus nietos la moto del agente y desobedeció sus ordenes. Además se dio a la fuga con absoluto desprecio. ¿Pensaría que además de la multa le iban a hacer un control de alcoholemia?.