Mientras el Gobierno espera que siga a la baja la tendencia del desempleo para el mes de febrero, hay que decir que, si bien ha sido muy loable por parte del Ejecutivo el impulso de planes sociales de apoyo a los desempleados, como el subsidio para los desocupados laborales, estas estrategias se quedaron cortas y hasta en pañales.
Y digo cortas, porque los beneficiados de estos programas de ayuda son sólo quienes hayan estado afiliados a una caja de compensación, pero y los más de 500 mil contratistas, susceptibles de quedar cesantes en cualquier momento, en las instituciones públicas o privadas, quedarán entonces en el aire, sin logar acceder a este seguro de desempleo.

Lo que me lleva a concluir que en Colombia sigue imperando la ley de los desempleados de primera, segunda, e incluso tercera categoría, que en un país que se dice ser una democracia, resulta ser un completo fiasco y demuestra que si bien se está dando pasos en la dirección correcta, todavía estamos retrasados materia de políticas asistencialistas para los más necesitados, entre ellos los más de 2 millones de desempleados que hay actualmente en el país.

Y si bien el desempleo ahora no está en los planes electorales de los aspirantes a la Presidencia de Colombia, sí debería de ser uno de sus pilares, ya que la paz no solo se hace con las organizaciones ilegales, sino que es necesario combatir los denominados factores estructurales de la injusticia social, entre ellos la desocupación laboral.

Por tanto, el llamado es a que Juan Manuel Presidente y sus competidores, se apropien del tema, anuncien sus planes para reducir al máximo este flagelo social; y al Gobierno en especial, para que termine la tarea de golpear el desempleo y ayude A TODOS LOS DESEMPLEADOS, y no solo a los privilegiados que hacen parte del club de las cajas de compensación.
Coletilla: Soy uno de los más de 20 mil desempleados que antes fungían como contratistas. Ahora el desempleo es mi habitad, y por tanto una, hasta Ahora, eterna pesadilla.