Se suceden los años, y con ellos, salen a la luz cosas nuevas sobre aquel acontencimiento. El mercado editorial está saturado de libros sobre el tema. No voy hacer de juez, cada cual que saque sus reflexiones, dónde se origino?, quién o quines fueron los inductores?, pudo la historia ser otra?
A toro pasado y con la perspectiva del tiempo, para todo y todos tenemos respuesta. Que si Mola, Sanjurjo...Franco. Hablar de "paseos", "sacas", "fosas comunes","paredones", mencionar a bandos: "rojos", "azules". De iglesias quemadas, de "paracuellos", no hacen mas que reabrir heridas que ya deberían estar cicatrizadas. De acuerdo que no debe olvidarse -sobretodo- para no repetirla. Tristes episodios que nos marcaron a todos, los que la vivieron "in situ" y los que la heredamos.
Mis abuelos, logicamente les tocó la peor parte, fueron testigos y protagonistas de la contienda. Nada me contaron y lo que me llegó a la edad de comprender, me vino por fuentes ajenas a mis genes.
Y ahora que tecleo con mis yemas estos caracteres, no se porque hablo sobre este tema que ocurrió en aquel verano del 36, quizas por darle algo de sentido, otro verano veinte años mas tarde, el del 56, salía del vientre materno y daba mi primer grito. Me estoy perdiendo y para no ser grosero, terminaré este articulo.
Sí llego a estar aquí para el "centenario" espero no soplar ninguna vela. Bueno sí, la de mi "80" cumpleaños, Uno que me sé y que leéra esto el primero, tambien festejará los mismos dígitos. Para los dos, el 56 fué una buena cosecha.