No se me alarme el personal. Como ya estamos en las vísperas de la celebración de la cuaresma, y llevaba un tiempo de reflexión, no de penitencia, he vuelto a la vida pública, aquí de nuevo estoy. La verdad es que salgo de la oficina casi a ciegas, entro con el alba y con este mal tiempo ya es casi de noche cuando de nuevo piso la calle. Y como pintan bastos...a la "jota". Así que lo de escribir como que no, voy al encuentro del colega/amigo y entre trago/brindis, paso las horas de asueto que me restan para retornar al catre.
Como a la vuelta de la esquina nos esperan esos cuatro días de la semana santa, los voy aprovechar a tope, espero que no se quite la nieve y pueda disfrutar de la cabaña en el Puerto de San Isidro y respirar del aire puro de la alta montaña y del humo de la chimenea...
Lo del título es que en el pueblo de Isoba (León) llegado este tiempo de Pascua, en el Bar Casa Federico, sirven una sangría que esta para morirse y la anuncian como "Sangre de Judas", tras la barra mi gran amigo Andrés, con su eterna sonrisa y encanto personal.
Como no nos vemos desde septiembre, la tertulia/parrafada está asegurada. Hablaremos de los Judas de estos días, que en su día vendieron a Adolfo Suarez, se disfrazaron de nazarenos y con la sonrisa falsa de la hipocresía le acompañaron hasta dónde descansa en paz (nunca mejor dicho); no quería templar la sangre pero ya me hierve...
Si toco el tema de futbol, se me calientan otros, pero sobre el "pelotu" ya tendré tiempo. De lecturas ya leí lo que tenía pendiente y para la S.S. (semana santa) iré ligero de equipaje quizás vuelva a releer el Principito. Un poco de radio para entrar en la vigilia de la noche ya que de día me esperan mis apóstoles/amigos y tengo alguna copa atrasada, debo ponerme al día.
Si las cadenas no lo impiden ya lo saben queridos lectores por dónde me pueden ver, sino el plan B, mi pueblo natal de Moreda de Aller. Aquí, la sangre es verde, la sidra. Como Cristo...he resucitado.