Luego de que las encuestas le han comenzado a sonreír al ex alcalde de Bogotá, Enrique Peñaloza, se habla ahora de una nueva ola, ahora no solo verde, sino peñalosista, a la presidencia del país.
Y es que, antes de la consulta verde, Peñalosa, quien le cambió la cara a Bogotá en cuanto a infraestructura se refiere, durante su administración en 1997, estaba en el lote de los candidatos y precandidatos rezagados en los sondeos, como Óscar Iván Zuluaga, Marta Lucía Ramírez y Clara López.
Sin embargo, los cerca de 2 millones de votos alcanzados por el hoy aspirante presidencial, en las elecciones legislativas del pasado 9 de marzo, le han dado un nuevo aire que incluso lo tienen cabeza a cabeza con el propio presidente Juan Manuel Santos, en la intención de voto de los colombianos.
Y es que, según la más reciente encuesta del Centro Nacional de consultoría para el Noticiero CM&, Peñalosa le ganaría, por un punto, la presidencia al Jefe de Estado, en segunda vuelta.
Esto, de seguro ha revitalizado la campaña del ex burgomaestre que, para nadie es un secreto, ha sido el patito feo al interior de su partido, la Alianza Verde, aunque lo alcanzado en la consulta ha hecho que los propios progresistas del alcalde Petro comiencen a hacerle caritas y a ‘comprar un pasaje’ para montarse en el bus de Peñalosa Presidente 2014-2018.
De seguir la tendencia al alza en las encuestas y el favoritismo en las calles, Peñalosa podría darle, porqué no, un ‘Peñalozaso’ al presidente Santos, cosa que no pudo hacer en su momento la ola verde que, al final, no pudo ahogar con votos, al entonces aspirante uribista.
Sin embargo, sólo de cómo afronte la campaña, y de la forma como vaya sumando apoyos, Peñalosa podría convertirse en una opción clara para llegar a la primera magistratura del Estado.
Por ahora, su campaña se basa en rechazar las maquinarias partidistas y apostar por el respaldo ciudadano y el voto de opinión; amanecerá y veremos si esta estrategia logra llevar a este urbanista al solio presidencial. Por ahora la apuesta se centra en obligar al actual Mandatario de los colombianos a tener que afrontar una segunda vuelta en los comicios del 25 de mayo.