Estamos ante una nueva temporada de pesca. Los últimos meses han sido abrumadores en términos pluviométricos y eso es bueno. Seguro que alguna freza sufrió un revés, pero en términos generales la lluvia ha sido muy constante por lo que el desove debió ser muy bueno y eso lo notaremos dentro de unos años cuando los ejemplares nacidos hace pocas semanas alcancen el tamaño cercano a los 20 cms.
Un año más, cumplimos con todos los rituales. Sorteos, talleres, nuevos materiales, catálogos… y ya tenemos todo preparado para volver a pescar en los ríos. Este año, llegamos a la desveda absolutamente colapsados de fechas. Ya desde primeros de enero hubo talleres y otras actividades formativas. Como aperitivo, este sábado hay dos cosillas: una, a las seis de la tarde nos veremos otra vez en El Corte Inglés de Santiago para asistir al virtuosismo de Manolo García y sus peces; dos, sobre las diez de la noche habrá que estar frente al televisor para ver el programa “Informe V” de Voz Televisión que analizará la calidad del agua de nuestros ríos. Participan, entre otros, Fernando Cobo, Alberto Torres, la Plataforma pola Defensa do Sar... (no se por qué me da a mi que se hablará más de cloacas que de ríos y que la administración no va a salir bien parada…)
Con todas, el próximo domingo miles de pescadores volverán a los cursos gallegos, miles sí, pero seguro que algunos miles menos que en años anteriores porque el paso de cañas al mar cada vez es más notorio. La gente se aburre en las aguas continentales porque cada vez hay menos truchas y más impedimentos para pescarlas.
La normativa de este año no aporta nada nuevo a favor del pescador, todo lo contrario. Se han cargado un horario –el específico del reo- que permitía pescar diez minutos de noche y bien lo agradecíamos los que sólo pescamos de noche. Se me antoja muy caro meter 8 euros en un permiso para pescar sólo unos minutos. Ya se, ya se que se puede pescar todo el día, pero no me sale de la bobina del carrete. Llevo más de veinticinco años pescando reo de noche, sólo unos minutos y no quiero pescar de otra forma ¿O es que tengo que pescar como quieran otros? Yo pesco como quiero yo, no como me lo impongan. Siempre dentro de la ley, la libertad individual de cada uno dictamina como pescamos, pero este año mis permisos de reo van a ser los justos para despedir la temporada en el Ulla con la peña y con la pena de que se pierda un señuelo atávico y autóctono, nuestro risco. ¡No hay como cuidar las tradiciones…!
El prohibicionismo enfermizo sigue responsabilizando al pescador de todos los males. Nos privan de cinco minutos de pesca en los que truchas y salmones están a salvo y tan sólo algún que otro reo llega a prender de nuestro risco. ¡Cinco minutos, coño, que son cinco minutos…!
Pero, con todo esto, ya hablaremos del bajón en el número de licencias y de otro tanto en el número de permisos expedidos.
Una curiosidad. Hoy expedí mi licencia de pesca para este año pero al verla me sorprendió el logo de la Xunta: Consellería do Medio Rural, Conservación da Naturaza.
¡Coño! ¿Han cambiado la Dirección Xeral de Conservación a la Consellería do Medio Rural e do Mar? Miro el resguardo del pago de las taxas y compruebo que el cargo es para Medio Ambiente-A Coruña. Me entran más dudas… Miro la licencia del año pasado y también situa a Conservación en Medio Rural. Y mientras, aún hay letreros por algún que otro río con el logo de la Consellería de Agricultura…
Son curiosidades y rarezas de la cosa globalizadora. Con el mayor avance tecnológico de la historia y en algunas cosas seguimos en la prehistoria. El ahorro, si es que alguien lo esgrime, hay que hacerlo donde se dilapida el pecunio público.
El caso es que, el domingo volvemos al río. Ya preparé los aperos. Puse a tono trallos de moscas, ninfas, secas, peces y cucharillas… y, por supuesto, el carburo, la lejía, la batería y la dinamita ¡que no falten! Y si nos pillan, con el cartucho en la mano, pues arreglamos (me remito a los antecedentes recientes en Pontevedra).
Pues eso, una mosquita por aquí, un cartuchito por allá…
Este año arrancamos en Monterroso, en A Ulloa, el Ulla lleva agua, será todo un reto tentar a las pintonas que a estas alturas deben andar con manguitos. Nos veremos unos cuantos, un buen grupo, y tendremos las mismas justificaciones de todos los años: el frío, la presión, el viento… Todos los años la misma liturgia.
Verdaderamente insólito que con tanto inútil en la Xunta, sigamos fieles a una pasión que algunos nos empeñamos en que perdure a pesar de las dificultades.
El domingo pescaremos y, estén o no de hacernos disfrutar, que las muy cabronas están en su derecho, rendiremos culto a la cocina de Mónica Varela en Waldemar que allí los que picamos, y al triple, somos nosotros.
Feliz temporada.