Ayer se cumplieron 10 años del peor atentado terrorista ocurrido en España. El recuerdo del trágico suceso estuvo presente en los diversos actos celebrados en Madrid en los que concurrieron tanto las víctimas directas del atentado -los que lograron sobrevivir- como los familiares de quienes injustamente perdieron sus vidas. En el pensamiento de todos, los afectados y en general de la inmensa mayoría de los ciudadanos, el deseo de que hechos como los recordados nunca se vuelvan a repetir.
Diez años después, y con una sentencia judicial ampliamente refrendada por jueces, fiscales y abogados, miembros destacados del Partido Popular (María Dolores de Cospedal, Alfonso Alonso, Ignacio González...), la Conferencia Episcopal (Rouco Varela...), y diversos periodistas de los medios de comunicación afines (COPE, TV13, Esradio...) continúan alimentando la mezquindad política e interesada basada en la peor teoría conspiratoria fraguada por mentes tan sospechosas como la del ex presidente José María Aznar.
Ayer, solamente dos ministros -del gabinete del silencioso Mariano Rajoy-, el de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, y el de Interior, Jorge Fernández Díaz, estuvieron a la altura que su puesto y la representación que ostentan les exige, y, con sus declaraciones, zanjaron una polémica iniciada tal día como ayer, hace diez años, por malos perdedores sin escrúpulos.