Este mediodía la Asociación de Hostelería del Principado que preside José Luis Alvarez Almeida en colaboración con el ayuntamiento de Oviedo presentó en Casa Fermín el menú del antroxu que la ciudad celebrará la próxima semana. Además del alcalde Agustín Iglesias Caunedo asistieron el rector de la Universidad Vicente Gotor, el director regional de Comercio y Turismo Julio González Zapico, la cronista oficial de la capital Carmen Ruiz-Tilve y representantes del sector y de los medios de comunicación. El hostelero José Manuel Gómez Rodríguez, Pepe el del Tizón, fue distinguido con una mención de honor por su trayectoria profesional y contribución a la fiesta del antroxu. Me tocó glosar su figura. Estas fueron mis palabra:
Me han pedido que en unas pocas palabras glose la figura de José Gómez Rodríguez, para todos Pepe el del Tizón, distinguido en esta ocasión por la Asociación de Hostelería del Principado de Asturias con una mención especial con motivo de la celebración de la tradicional fiesta del antroxu, fiesta lúdica, con un carnaval afortunadamente recuperado, como nuestra democracia, en el que destaca un componente gastronómico que al igual que ocurre con el desarme, con el menú de la Ascensión, o el bollo preñao del Martes de campo, se ha convertido en cita obligada para la degustación de un magnífico menú basado principalmente en un buen pote acompañado por callos o picadillo, según el caso, además de frixuelos y casadiellas.
Ya desde hace tiempo su acreditado establecimiento es uno de los lugares clave en esta celebración gastronómica y ello, al igual que durante el resto del año, Pepe el del Tizón lo ha logrado gracias a su trabajo acompañado, por supuesto, de un eficaz equipo, que le convierte, sin duda alguna, en obligada referencia de la hostelería asturiana, de esa cocina regional, clásica, diría, que en estos momentos, pese a las dificultades emanadas de la crisis y la deslocalización, está pasando por uno de los mejores momentos de su historia.
Pepe el del Tizón nació no hace muchos años –no crean lo contrario- en la localidad tinentense de Riocastiello. Tineo, uno de los concejos de mayor extensión geográfica de nuestro país, lo es también por el enorme corazón de sus gentes y en concreto de guisanderas y guisanderos han sabido como en pocos lugares sacar provecho de los productos asturianos colocando a la cabeza de los mismos, con los que se elabora el plato estrella, el pote. De berzas, fabas y compango se sabe mucho y bueno en esa parte de Asturias. Tineo es tierra además de excelentes hosteleros. Muchos de ellos como emigrantes, caso de Pepe el de Tizón, han facilitado, en este caso a los capitalinos, poder disfrutar de las exquisicetes culinarias que nos ocupan.
Autodidacta, con unas relaciones con el cliente que en muchos casos tildaría de originales, trabajador infatigable, psicólogo de la vida, Pepe el del Tizón comenzó de pinche a los trece años en el bar La Quirosana de Oviedo, establecimiento que estuvo ubicado en una de las esquinas de Fray Ceferino y que desgraciadamente, como tantos otros, ya no existe. Luego pasó al famoso Cabo Peñas, otro local emblemático en la calle de Melquiades Alvarez y también estuvo en la antigua La Paloma en la calle Argüelles, donde se servia el mejor vermouth de Asturias y parte del extranjero y de donde salió también otra institución de la hostelería local, Ubaldo García. Estoy seguro que Pepe el del Tizón aprendió mucho en estos sus primeros años de profesional de una figura mítica de la hostelería regional, Evaristo que junto con su hermano Pepe fueron los propietarios de La Paloma situada frente al Teatro Campoamor y que cerró el 31 de diciembre de 1975.
Pero un tinetense tan emprendedor como Pepe el del Tizón no tardaría en dar el paso fundamental que tantos profesionales de la hostelería han dado a lo largo de su vida. Esto es, pasar de empleado a propietario y así se embarca en su primera aventura como tal con la Gran Tasca, en la prolongación de Posada Herrera y que regentó durante cinco años.
Como persona inquieta y emprendedora hizo a continuación un alto en el camino hostelero y durante cuatro años dirigió una agencia inmobiliaria y explotó una licencia de taxis pero como la cabra siempre tira al monte Pepe el del Tizón en agosto de 1985 volvió al sector y abrió El Tizón, en donde continúa y así será por muchos años.
Estos días, precisamente, además de preparar un antroxu de los de chuparse los dedos, está celebrando la semana del bacalao y también dentro de unos días será el protagonista de unas jornadas de cocina asturiana en Lugo y, por segunda vez, en el restaurante Puerta 57 en el estadio Santiago Bernabeu de Madrid. Como ven ni su condición de intenso culé le arredra un ápice a la hora de ofrecer los buenos platos de la cocina tradicional asturiana en pleno corazón del madridismo o en cualquier otro lugar allende Pajares.
Se que estas pobres pero afectivas palabras no hacen la justicia que Pepe el del Tizón se merece en este reconocimiento que te hacen tus compañeros con motivo de la fiesta del antroxu, pero sabes el aprecio que te tengo y también valoro la integración y sentido de servicio que desde tu establecimiento has demostrado siempre con la sociedad ovetense, con Oviedo, con nuestra querida ciudad.
Enhorabuena, amigo Pepe, y muchas gracias a todos .