Apostar por la marca Asturias

Encuentro a un amigo, y también colega, delante del hotel de La Reconquista con un cabreo que para si lo quisieran los empleados de Asturvega, la distribuidora de Coca Cola que hace años el capitalismo asturiano vendió por un plato de lentejas a un grupo catalán, como no podía ser menos. De ahí estos lodos. Si el bueno de Cándido Riesgo levantara la cabeza… El caso es que el cabreo al citado amigo le viene porque tiene la manía de meter monedas de céntimos de euro en una bolsa y cada cierto tiempo cambiarlas por billetes. Así lo venía haciendo de vez en cuando en la delegación del Banco de España en nuestra ciudad pero el caso es que esta vez topó con un funcionario hosco que ni le saludó. Cuando le explico lo que el buen ciudadano necesitaba él funcionario de la ventanilla, con mala cara, se negó argumentando que fuera a un banco, que no tenía máquina para contar monedas y que además no se cambiaban. ¿Pero quien se creerá dicho funcionario?. ¿Quien le paga el sueldo nada más que el anónimo ciudadano que acudió ilusionado a esta majestuosa delegación para cambiar sus monedas?. ¿Es esta la renovación de la Administración que promete Mariano Rajoy a quien, por cierto, cada vez se le nota más el tinte del pelo?. Ramiro, haz algo, que el presidente de la nación lo necesita.

Por diferentes motivos visité estos días dos veces Pola de Siero cuyo centro está en obras lo que, curioso, provoca la manifestación del vecindario. Alguien me dice que la Pola ya no es la que era. Puede ser. Por lo menos desde que murió Pacita Vigil “La Guaxa”, medalla al Mérito en el Trabajo y la mejor vendedora de periódicos que hubo en Asturias. No entiendo, para empezar, como la Jefatura Provincial de Tráfico, la propia Guardia Civil, permite aparcar en los arcenes de la carretera de entrada a la villa que el día menos pensado se llevarán a un conductor o viajero por delante. Además, la implantación de zona azul en las calles céntricas de la villa polesa permiten ahora aparcar con cierta comodidad lo que antes era imposible. Primero estuve en La Curva, camino de Lieres, con unos buenos amigos como Urbano Arregui, Orlando Sanz, Emilio Campos, Ricardo Freche y Angel Vallina, éste uno de los mejores directivos que tuvo en el Real Oviedo en su historia -desmiento, por cierto, que le hayan hecho una oferta a una Juanma Lillo para entrenar al club carbayón-. Luego, hoy, recalé en Loriga haciendo caso a la llamada del gran organizador de eventos Gustavo González-Izquierdo. El médico y cofrade mayor de la Cofradía del Gochu Asturcelta Carlos González Mallada pronunció un pregón muy aplaudido del que destacado una frase: “Hay que ser más asturianos si cabe y orgullosos” apostando decididamente por la defensa de la marca Asturias. Este médico, muy joven, debutaba como pregonero pero el veterano doctor Adolfo Bharte Aza, también presente,  dio su aprobación al mismo apoyado por otro doctor destacado y presidente de la Asociación de Amigos de la Opera, Jaime Martínez. Eché en falta al perejil de todos los guisos que se cocinan en nuestra tierra, Manuel García Linares, pero estaba adobando en Cangas del Narcea. Aún no tiene el donde de la ubicuidad pero está cerca de lograrlo. “Manolo, quiero la exclusiva”.

En todo caso en esta agradable reunión de más de cien personas fue una delicia escuchar fue una delicia escuchar al veterano hostelero Ubaldo García explicar a José Antonio Copen los secretos del vemouth de La Paloma que además fue servido por la gentileza del marqués de Mallezina como aperitivo. Y es que como decimos en la mina “Guaje, dai fueu a la mecha que son dos días”.



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