“Mi Asturias” (made in Asturias) será la marca única que aplique el nuevo gobierno del Principado presidido a partir del sábado por Francisco Alvarez-Cascos según el mismo manifestó en el curso de su discurso de investidura en la Junta General del Principado y que duró exactamente una hora y 55 minutos en la que no fue interrumpido en momento alguno por aplausos, ni de sus diputados, quienes, eso sí, lo hicieron al final unos segundos y sin ponerse ni siquiera de pie.
“Mi Asturias”, la de Alvarez-Cascos, que esperemos sea para bien de todos los asturianos, está recogida en 32 folios en los que el que va a ser presidente de nuestra comunidad criticó con elegancia pero a la vez con dureza lo hecho años atrás y propuso una política entre la austeridad y el neoliberalismo, con gran presencia de la iniciativa privada. No más de 50 invitados -no caben más- en la moderna y aséptica sala de plenos para escuchar al líder de Foro Asturias, vestido con tono azul turquesa traje y corbata, y atentamente escuchado por su pareja María Porto. Poco antes del mediodía Vicente Alvarez Areces presidió su último consejo de Gobierno. “Estaba muy emocionado” me dice un consejero saliente, confirmándome que no se aprobó la cesión del Niemeyer a la fundación de mayoría privada que ahora rige sus destinos.
Eché de menos al arzobispo Jesús Sanz quien delegó en uno de sus ayudantes; también al presidente de la patronal Severino García Vigón. Si estaba el delegado del Gobierno Antonio Trevin haciendo de tripas corazón al escuchar las críticas del ex ministro de Fomento al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y la hasta ahora Procuradora General del Principado María Antonia Fernández Felgueroso así como el presidente de la Sindicatura de Cuentas Avelino Viejo seguido por su fiel escudero José Manuel Piñeiro. Por supuesto que también se encontraba presente mi admirado colega José Luis Balbín quien me confiesa que es la primera vez que está en la nueva sala de plenos. Entre confidencia y confidencia me confirma que no irá a cargo alguno de la RTPA -la vamos a enajenar- pero no me confirma que alto cargo, lo se, ocupará.
Fuera del palacio llueve -un día típico de Asturias- mientras trabajadores en paro e indignados protestan tímidamente a la entrada. Patronal no hubo en el acto pero si sindicaleros: los tres secretarios generales de UGT, Justo Braga, emocionado al salur por vez primera en su vida a José Luis Balbín, Antonio Pino, de CC.OO., al que acompaña Mino, y Francisco Baragaño de USO. Ya en el hemiciclo observo a Joaquin Aristegui sin corbata, vaya. A la entrada saludo a Javier Fernández con cara de circunstancias y cambio impresiones con el redactor de Radio Asturias, Angel Fernández Fabian -muestra ahora una dentadura Profiden que para si quisiera Antonio Banderas- y que hasta el próximo otoño será presidente del Consejo de Comunicación de la RTPA. El otro día les reunió por última vez el director general José Ramón Pérez Ornia y tras largarles un discurso más extenso que el de Alvarez-Cascos les confirmó que el citado ente público tiene fijado su valor patrimonial en 30 millones de euros, cifra de la que deberá de partir el grupo privado que quiera hacerse con él. Buena jugada la del ex cura que retorna a su cátedra de Comunicación en Madrid.
Entre los invitados, nadie del Partido Popular ni tampoco PSOE. Si la alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón y también el doblemente González, líder del Foro en el ayuntamiento de Oviedo, siempre bien escoltado por Jesús Farpón. El único candidato a la presidencia del Principado comienza recordando cuando hace 25 años ocupó uno de estos escaños del parlamento asturiano. En todo su discurso no citó ni una sola vez al Niemeyer ni a la Fundación Príncipe de Asturias; si lo hizo, y con elegancia, en el último párrafo de su disertación con su antecesor Vicente Alvarez Areces al que le deseó lo mejor para el futuro con el que que ahora se enfrenta.
Francisco Alvarez-Cascos criticó lo realizado por el anterior gobierno y, entre otros, citó a Ortega y Gasset y a Jovellanos, su auténtico espejo, como no podía ser menos. Incidió en que hay que ahorrar, eliminar dispendios, administrar bien, en una palabra, aplicando a rajatabla la austeridad y la transparencia. Un colega a mi lado me comenta todo convencido: “¿Te das cuenta?. Viene con el hacha afilada”. Además de enajenar la RTPA anuncio la venta de SEDES, la constructora propiedad del Principado y palanca de muchas operaciones estos años atrás. A más de uno no le llegaba la camisa al cuello y eso que aún no era la una de la tarde. También anunció el cierre de las delegaciones del Principado en Madrid y Bruselas. Lo siento por Miguel Munarriz. Fue explícito en apostar por la enseñanza bilingüe, o sea, aprender inglés en las escuelas. Lo del bable lo deja como residuo cultural pero, sin duda, su proyecto estrella es la creación de la Universidad politécnica Jovellanos en Gijón además del matadero central de carne que podría construirse en Langreo. No se por qué me da pero Gabino de Lorenzo debe tener consciencia de que otro tipo de cerco va a caer sobre la invicta, heroica y muy noble ciudad de Oviedo. ¿Moverá el enrocado alcalde alguna ficha como cuando lo del Niemeyer para Avilés?. Igual el día de la toma de posesión, que será el sábado, aparece por la Junta General de Principado con una pancarta de protesta. Ya se sabe que a quien madruga Dios le ayuda aunque sea para protestar.
Si refiriéndose a SEDES dijo Cascos que iba a venderla sobre Asturgar todo lo contrario, habló de potenciar esta sociedad inversora y prestamista para beneficio de las empresas en expansión. Sobre los “cristales” de Cajastur pasó de puntillas y también anunció la supresión de 3 de las 4 vice consejerías que actualmente hay. Apoyo al carbón más allá de 2018 -para entonces todos calvos- y estímulos al uso de vehículos eléctricos insinuando la psoibilidad de que alguno de sus componentes puedan fabricarse en Asturias.
En definitiva, no hubo sector que no tocase incluida la baja natalidad que hay en nuestra comunidad. Creí entenderle que dará 2.000 en euros en vales a los padres por cada hijo nacido para gastar en los comercios del Principado. Gran contento, supongo, por parte de Severino Alvarez Zaragoza. Francisco Alvarez-Cascos quiere una nueva Asturias mejorando la calidad de vida de los asturianos para lo que se dispone, como el mismo dijo, a dar un giro copernicano a la política que desde hace muchos años la izquierda vino aplicando en nuestra región. Otra cosa es de donde saldrán los euros
1 comentario
# Badellados Responder
10/07/2012 15:14Efectivamente, es al revés, y pagan los que no deben