Jordi Gracia y Domingo Ródenas acaban de publicar en la ‘Historia de la Literatura Española’ de la editorial Crítica, el canon de las letras del siglo XX. En el volumen, titulado ‘Derrota y restitución de la modernidad’, se nombra al menos a catorce escritores asturianos. Quizás en un ejercicio libertario, de las palabras de los autores, que desvelan su método de trabajo en una entrevista publicada en La Voz de Asturias, se deduce una analítica audaz, incluso un tanto si no revolucionaria sí desmitificadora.
Con lógica histórica, Ángel González es el autor más nombrado, pero en este canon caben también, por unas razones u otras, Rafa Reig, el irreverente inteligente; Corín Tellado, la reina de corazones. Y por supuesto Dolores Medio, Carlos Bousoño, y José Luis García Martín o Juan Cueto, quizás por aquello de la restitución de la modernidad. De Ángel González –que merece futuros comentarios-- destacan “su ironía pálida y su burla jovial”. Entran ambas calificaciones en el universo de Ángel, que es mucho más vital, a veces, que incluso poético. En los tiempos de la curiosidad y la velocidad por obtener los pocos descubrimientos que quedan, este trabajo induce a la relectura, una sana costumbre tan venida a menos como la propia lectura.