El Partido Socialista ya ha elegido la cabeza de lista a las próximas elecciones al Parlamento Europeo a celebrar en el mes de mayo. La elegida para ocupar el primer puesto es Elena Valenciano, la actual número dos dentro del organigrama del primer partido de la oposición en España. La propia Elena Valenciano -con no poco autobombo- se apresuró a decir que su designación confirmaba la importancia que los socialistas daban a estas próximas elecciones dada la circunstancia de que es en Bruselas en donde, cada vez en más sino en todas, se toman decisiones trascendentales para nuestro país.
Nuestros políticos, sobre todo los profesionales, sobre todo los de los partidos mayoritarios, los que no acaban de buscar solución a esta tremenda estafa llamada crisis, los que no encuentran salida a la lista interminable de parados, los que -junto a la gran patronal- solo saben asociar la palabra competitividad con la bajada de salarios y la pobreza de los trabajadores; esos, nuestros políticos, están encantados de funcionar como puras marionetas de los designios de esa colmena de intereses y desigualdades en la que se está convirtiendo la Unión Europea. ¿Cómo no van a considerar importante la próxima convocatoria del mes de mayo?.
En esa colmena supra nacional tienen sueldo asegurado en la actualidad unos 55.000 funcionarios. De esos 55.000 en las próximas elecciones se van a elegir o renovar los 754 diputados o parlamentarios de la Eurocámara. Y ahí está tanto la miel para el aspirante como la hiel para el ciudadano que pensando en la democracia colabora con el desmán y el despilfarro. Si pretender calcular el gasto que supone al contribuyente -para no marearse antes de tiempo- el mantener los citados 55.000 funcionarios, vamos a centrarnos solamente en los 754 eurodiputados.
Cada uno de ellos tiene un sueldo mensual de 10.499 euros (un millón ochocientas mil pesetas), distribuidos entre sueldo neto (6.200 euros) y gastos generales, viajes, dietas, etc. (4.299 euros). A esto hay que añadir otros importantes beneficios sociales. Es decir, cada mes, de nuestros impuestos, por colaborar con la colmena de la Unión Europea, se dedican a pagar a los 754 elegidos un total de 7.916.200 euros, que transformado a las antiguas pesetas serian 1.317.184.172 (mil trescientos y pico millones). Cada mes.
En los próximos tres meses, hasta las elecciones, los partidos políticos van a calentar motores y a los ciudadanos nos van a calentar la cabeza. En nuestras manos, por medio de las urnas, está en seguir colaborando con este robo a la dignidad o demostrarles, de una vez, que así no se puede seguir.
Los políticos quieren ir a Bruselas ¡faltaría más!. Tienen sueldo asegurado. Otros españoles, los últimos datos hablan de 323, fueron citados por las autoridades belgas para conminarles a abandonar el país -país de esa legal e igualitaria Unión Europea- bajo la justificación de que no logran encontrar trabajo, muchos de ellos en la misma capital, Bruselas.