El pintor/escultor Manuel García Linares se quedó esta noche corto con el perejil que echó al magnífico guiso asturiano que tuvo lugar en el hotel Principado para presentar el libro de Faustino F. Alvarez “En la raya de Galícia”, crónicas sobre Ibias, Degaña y Cangas del Narcea, que escribió para La Nueva España en la década de los 80 y que ahora la comunicóloga Carmen Casal ha recopilado en un magnífico libro con ilustraciones del propio Linares. Digo que se quedó el pintor corto con el perejil porque el salón principal del hotel Principado fue insuficiente para acoger a los cientos de personas que acudimos al acto con el presidente de la Junta General del Principado Pedro Sanjurjo a la cabeza. Precisamente a partir de febrero los servicios de restauración de este mítico establecimiento pasarán a ser gestionados por el equipo de Casa Fermín, portal junto a portal, con el maestro Luis Alberto a la cabeza.

Se podía decir que casi todo el mundo de la política y de la cultura se dieron cita en este sencillo acto donde las palabras del padre Angel emocionaron al respetable e hicieron correr alguna lágrima que otra. La voz de oro que fue, mejor dicho, que es, de Carlos Rodríguez puso la adecuada entonación a las líneas escritas por el autor de las crónicas, el periodista mierense Faustino F. Alvarez, bravo como él solo luchando en estos momentos contra una dura enfermedad que le impidió estar presente en el acto en el que otro destacado colega, Evaristo Arce, leyó el prólogo que lleva el libro en cuestión. No se si por la escalera se habrán cruzado el presidente de Foro Francisco Alvarez-Cascos y el director general de La Nueva España José Manuel Vaquero pero ambos estuvieron presentes en el acto. También los directores de los dos rotativos asturianos, Eduardo Noriega de El Comercio y Angeles Rivero de La Nueva España así como otros muchos periodistas como el bueno de Rebustiello, filmando el acto para que mañana Faustino lo vea en su casa, Orlando Sanz, David Serna, Juan de Lillo, Graciano García -¿Donde estaría su sucesora en la Fundación Príncipe de Asturias, Teresa Sanjurjo?- y otros más. No faltó la abuela real, Menchu Alvarez del Valle, ni el empresario riosellano Emilio Serrrano. Acompañando l general secretario de Foro varios diputados como Albano Longo. ¡Cómo se ha desinflado la campaña para que los dos ex concejales de Foro, hoy en el capítulo de los no adscritos, que es como estar en el limbo, entreguen su acta dimitiendo como concejales de la corporación ovetense!. Del PP, varios concejales, entre ellos Jaime Reinares y Benjamín Rodríguez Cabañas, pero no el de cultura, Jorge Menéndez Vallina, flamante presidente del Real Oviedo, hoy de viaje a México y con la carta entregada presentando su dimisión como concejal en el pleno que tendrá lugar el jueves. Por supuesto, en primera fila la cronista oficial de la ciudad Carmen Ruiz Tilve. Por cierto, no vi al arzobispo Jesús Sánz. ¿Donde andaría?.

Por el PSOE vi a un motivado diputado, Antonio Trevín, la carta secreta que el partido de Javier Fernández tiene preparada para presentar batalla en Oviedo. El empresario hostelero Ubaldo García que tampoco pierde gamba al buñuelo con vermouth de La Paloma, y el cangués Alberto Lago a quien Santiago Calatrava y el palacio de congresos está logrando que cada semana que pasa tenga más canas. Como digo al principio el libro está muy bien editado y los 20 euros que cuesta son para mensajeros de la Paz. En el acto eché en falta al presidente de la Cruz de los Angeles de Asturias Serafín Abilio Martínez así como al de la Asociación de la Prensa José Antonio Bron. También a los candidatos de FADE Pedro Luis Fernández -apenas 20 empresarios se dieron cita esta mañana en las oficinas de la patronal para escuchar sus cantos de ejecutivo- y al empresario, que no lo es, Bernardo Villazán quien sí anduvo por FITUR luciendo el palmito.

Me alegro, en definitiva, por Mensajeros de la Paz y, sobre todo, por Faustino F. Alvarez del que estoy seguro vencerá a esa galerna contra la que lucha desde hace meses. Hoy quedó claro que Asturias está con él