Un Reconquista deteriorado

El lento deterioro del hotel más emblemático de Asturias, el primero en tener cinco estrellas, el hotel de La Reconquista, ha hecho una vez más saltar en protesta ante la opinión pública a su comité de empresa a través de un duro comunicado firmado por José María Rivas Sánchez, presidente del mismo, y por Luis Vega Gutiérrez, secretario. Sus 63 empleados fijos están muy preocupados ante el futuro ya que este establecimiento, propiedad de la empresa HOASA, cuyos accionistas son el Principado como mayoritario, la Sociedad Regional de Promoción y Liberbank, y gestionado en la actualidad desde 2009 por la cadena Melia, está inmerso en un nuevo proceso de adjudicación de la gestión aprobado por el gobierno regional si bien ya ha incumplido los plazos puesto que terminó el último día de noviembre pasado para hacer público el pliego de condiciones redactado por la firma auditora Deloitte cuya consultoría y asistencia técnica le fue adjudicada en mayo por 70.180 euros del ala.

En este su 40 aniversario el hotel de La Reconquista, como tantas otras cosas en Asturias, nunca ha tenido mucha suerte. Inaugurado por la esposa del general Franco en 1973, la ovetense Carmen Polo Martínez-Valdés, su pase de antiguo hospicio a hotel de 5 estrellas, tras años de abandono, fue obra del entonces presidente de la Diputación José López Muñiz, el último gran gesto que tuvo Asturias, quien fichó como primer director a Miguel Torres quien, en mi opinión, no supo conectar el emblemático establecimiento con la sociedad asturiana. Tras unos primeros años con la gestión en manos públicas se optó por ceder la misma a cadenas importantes. La primera fue HUSA, de Joan Gaspart, que ya tuvo importantes problemas; la segunda, a la cadena Ciga, del Príncipe Agha Kan quien tenía otros siete hoteles importantes en España, entre ellos el Palas de Madrid, pero que terminó yéndose de España; la tercera, a la cadena Occidental y la cuarta a Melia que no solo incumplió su promesa de incluir el Reconquista en la élite de sus hoteles sino que, además, no solo no invirtió para rejuvenecer el establecimiento sino que hizo una serie de absurdas obras que acabaron de fastidiarlo, caso de esa estrambótica cafetería que acabó con uno de los salones más emblemáticos, el Auseva, y parte del patio central, eliminando además el coqueto bar americano, entre otras “genialidades”.

La propiedad del hotel, la empresa HOASA, estuvo presidida en su inicio por Francisco Sarasua, de IU, luego por Antonio Masip, por Dimás Suárez, el que mejor lo hizo, y por actual, Julio González Zapico, director general de Comercio y Turismo, a quien Dios, desde luego,no le llamó por los caminos de una gestión acertada en las áreas de su responsabilidad. Según los trabajadores desde hace cuatro años, coincidiendo con la gestión del grupo Melia, viven “una muerte anunciada” haciéndose las siguientes preguntas: ¿Cómo el Principado de Asturias pudo consentir que una empresa pública firmase un contrato tan perjudicial?, refiriéndose a la contratación de Deloitte para asesorar el nuevo pliegue de condiciones del que aún, ya fuera de plazo, continúa sin conocerse. ¿Por qué la sociedad pública HOASA no rescindió el contrato desde que se producen cuantiosas pérdidas?. En el actual contexto de crisis, ¿Cómo se permite la empresa pública contratar una consultora externa para redactar las bases del próximo concurso, en lugar de utilizar los recursos existentes en la Administración?. ¿Por qué no han sido publicadas las bases del nuevo concurso dentro del plazo que contempla la ley?.

Los trabajadores están también quejosos de la indiferencia de los responsables de la Administración autonómica; primero, de Francisco Alvarez-Cascos cuando fue presidente de Asturias y ahora de Javier Fernández. El comité de empresa viene intentando ser recibidos por la primera autoridad de Asturias, pero si quieres arroz Catalina. En su escrito citan críticamente por su dejadez y permisividad hacia el hotel a los distintos directores generales de Comercio y Turismo que fueron presidentes de HOASA -Elisa Llaneza, José Luis Vega, Ana García Pando y Julio González Zapico- y participan a los contribuyentes, que somos todos, los preocupantes hechos que relato por la mala gestión de un activo público, tan importante para la imagen de Oviedo y de Asturias, tanto por los responsables políticos como por una cadena hotelera privada. Mala suerte la de nuestra ciudad; el Calatrava, el Reconquista… seguro que el alcalde Agustín Iglesias Caunedo y su equipo deberán de tomar medidas que las elecciones están a la vuelta de la esquina.



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