Ahora que hasta los animales son portada de periódico, ahora que quieren convertir al ser humano en mera fisiología, ahora que incluso lo anormal se quiere revistar de normalidad, permitidme que una mula a la que sorprendentemente me atrevo a calificar de “Señora” titule este artículo, y es que en un día como hoy, hace 2.013 años, en el Portal de Belén, donde nació el niño-Dios, el niño Jesús que salvará al Mundo, una mula juntamente con un buey, según cuenta la Tradición, fueron testigos de ese singular hecho. Podréis preguntaros porque opto por la mula, en lugar del buey para hacerle protagonista de este hecho, y no tengo reparos en confesor que son dos los motivos que me llevan a optar por la mula, y es que todos asimilamos a la mula, con la bestia de carga, con ignorancia, con torpeza, y la vaca aporta un matiz quizás más tierno y nutritivo:, leche, queso, cuajada, manteca… y en un tiempo donde sólo se premia a los inteligentes y a los ignorantes o peor dotados se les desprecia o se les compadece, no viene mal recordar que el mérito de ser tonto o listo no es de uno, sino del Padre Creador que nos ha hecho así, y en un tiempo donde incluso se quiere programar la inteligencia de los hijos e incluso su componentes genéticos, no viene mal recordar que es obligación de todos proteger al débil, a los “pobres de espíritu” y darles su oportunidad en la vida, su parcela de felicidad, su momento de gloria, su encaje en la sociedad y esto no suele cumplirse ya que se incumplen sistemáticamente ,por casi todas las administraciones, los porcentajes de empleo destinados a personas con algún tipo de discapacidad.. No tengo reparos en confesaros que una de las noticias más positivas de este año se produjo en el mes de julio, en Valladolid, donde una joven de 30 años, con síndrome de Down, de nombre Ángela Bachiller Guerra, se convirtió en la primera concejala de España con esa tipología. La segunda razón que me lleva a titular este escrito con el nombre de “Señora Mula” se debe a las circunstancias , y es que el pasado viernes, 20 de Diciembre, en la Fiesta de Navidad del Colegio, entre los muchos y originales villancicos que cantamos alumnos , padres, profesores y demás personal del colegio, me impactó un villancico interpretado por los alumnos de 3º y 4º de Primaria, para mí desconocido, titulado “Señora Mula”, que enlazaba una música muy bonita con una letra muy expresiva, que calaba en quien lo escuchaba, y algunas líneas del mismo dicen:”Hay un silencio de estrellas, hay alegría en el alma… hay corazones que cantan, hay un portal chiquitito, con una mula y un buey…Hay luces en todos los ojos y fuego en el corazón”. Hay momento en que uno quisiera ser testigo como esa mula y airear lo que pasó aquella noche en Belén, hace hoy 2.013 años , donde nació el niño-Dios que salvará al mundo, y es que no hay palabras suficientes para narrar lo ocurrido, pues fue tan grande el impacto y lo sigue siendo que “hasta los peces beben en el río por ver a Dios nacer”, “el sol se quedó eclipsado” “la luna se ha oscurecido”.
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Dicho esto no tiene que sorprendernos que la más antigua representación de teatro en España tenga como título “El Auto de los Reyes Magos” (s.XII), o que la música convertida en villancico sigan recreando el hecho y la importancia del mismo, y que los canten persona de toda condición social e ideología, así desde el mismo Rafael, Víctor Manuel hasta el mismo mundo del flamenco, con José Meneses, José Mercé…y todo para recordarnos aquellas proféticas palabras de Isaías que dicen:”Ella dará luz a un hijo y lo llamará Emmanuel , término que significa “Dios con nosotros”, y si Dios está con nosotros es que nuestra vida se ajusta a la Verdad, a la Justicia que son las ansias de todo persona bien nacida y que me llevan a recordar, en momentos tan opacos y tan desesperanzados como los que vivimos, una antigua copla que se aireaba en los mercados del martes sierense, una mañana del ayer republicano, y que decía: “De poco vale subir al poder personas de mayor inteligencia, lo que hace falta es subir personas que tengan conciencia”.
Ocurrió todo esto en Belén, en tiempos del Emperador Augusto y cuando la Sagrada Familia cumplía con su obligación ciudadana de censarse.
¡Feliz Navidad y que la luz de la conciencia ilumine nuestro camino!
