El actual sistema sigue funcionando como si la crisis fuera sectorial, económica, financiera... sin querer darse cuenta de que es, sobre todo, ética, social, democrática, política, medioambiental... De que, en tres décadas, ha tenido lugar la emancipación -¡ya era hora!- de millones de seres humanos hasta entonces sometidos, sumisos, espectadores impasibles y atemorizados. Ahora, en crecimiento exponencial, son cada día muchos más los que saben, los que adquieren conciencia mundial, los que pueden expresarse, los que pueden participar, los que pueden protestar, los que pueden proponer...
¡Tantos invisibles, anónimos, silenciosos se han hecho visibles, identificables, voz alta y firme! Se avecina una gran inflexión. En poco tiempo, democracia genuina a escala mundial, regional, nacional, local, personal. En poco tiempo, las riendas del destino colectivo en manos de los pueblos y no, nunca más, de unos cuantos. En poco tiempo, ciudadanos y nunca más súbditos. En poco tiempo, multilateralismo eficiente y nunca más grupos oligárquicos. En poco tiempo, pleno ejercicio de los derechos humanos en un contexto auténticamente democrático.
En poco tiempo, por fin, emancipados.
En poco tiempo, "libres y responsables"