¿A donde coño vamos?

Una de las acepciones de la palabra coño, según la Real Academia de la Lengua, es la de expresar diversos estados de ánimo, especialmente extrañeza o enfado. Recuerdo frases importantes con coño incluido como la de Tejero cuando asalto el Congreso y conminó a los diputados: “¡Que se sienten, coño!”. O la del otro día del presidente del Congreso en persona Jesús Posada dirigiéndose desde su sillón oficial a los díscolos diputados que no paraban de hablar: “Cállense; ya tendrán tiempo de hacer reproches, coño”. La última frase famosa con dicha palabra ha correspondiendo al presidente de la patronal asturiana de la construcción, Serafín Abilio Martínez, quien es como el Guadiana, tan pronto aparece como desaparece, quien tras entrevistarse con el alcalde de Oviedo Agustín Iglesias Caunedo al responder a los periodistas dijo, enfadado por la prórroga de los presupuestos: “¿A donde coño vamos?” en alusión al incierto futuro de nuestra comunidad autónoma con presupuestos ya prorrogados a nivel regional y con el mismo riesgo en los principales ayuntamientos.

 

El partido gobernante, el PSOE, se quedó solo y los otros cuatro -UPyD, PP, IU y Foro- votaron sus enmiendas a la totalidad devolviendo el toro, quiero decir, el proyecto de presupuesto, al corral del partido gobernante. Estuvo brava pero nerviosa la consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, de la que mi espía preferida, la XPXIII, me informa es prima del único diputado en el Congreso de Foro, Enrique Alvarez Sostres. Que Asturias es un pañuelo no le quepa duda a nadie, si bien me temo que en este 2014 que estamos a punto de inaugurar será un pañuelo de lágrimas. En el PSOE durante la sesión plenaria, defendiendo el proyecto del gobierno de Javier Fernández actuó, el joven José María Pérez, ex concejal de Gijón, y que lleva camino de eclipsar al portavoz oficial Fernando Lastra quien, junto con su compañero Jesús Gutierrez, está en horas bajas, pensando ya en cómo logrará en su momento ser incluido en la lista de candidatos del PSOE al Congreso por nuestra región, alejándose así  de la quema asturiana.

 

Como las elecciones al parlamento europeo serán en el próximo mes de mayo los dos únicos eurodiputados asturianos, Salvador Garriga del PP y Antonio Masip del PSOE, están uniendo sus sinérgias para motivar al ciudadano en busca de un voto que se nos antoja dificil. Creo que la abstención batirá records. Estoy por vaticinar que ninguno de los dos grandes partidos pasará de los 18 eurodiputados. Tanto Garriga como Masip quieren repetir que en los tiempos que corren cualquiera hace asco a un cargo como el suyo. Al del Partido Popular no le conozco personalmente pero mi buen amigo Antonio Masip es todo un animal político y después del grave achuchón físico que sufrió tiempo atrás está con más moral que el Alcoyano. Pero el año no se despide sin dimisiones, que raro, y así acaba de comunicarlo a la alcaldesa de Avilés Pilar Varela el durante los últimos años director general del ayuntamiento José Manuel del Arco que retorna a supuesto profesional en el Puerto de Gijón.

Tampoco la Cámara de Comercio y la Asociación de Hostelería del Principado cumplen lo prometido por lo que comenzaremos el año sin que la nueva escuela de hostelería, construida con fondos mineros y ubicada en el polígono de Olloniego, comience a funcionar. El edificio, completamente terminado, lleva meses cerrado a cal y canto por lo que hasta los extintores contra incendios están caducados; mientras, en las actuales instalaciones en los bajos del Bombé y de la Granja en el ovetense campo de San Francisco se convocan nuevos cursos teniendo profesores y alumnos que luchar contra las inclemencias, goteras incluidas. Lamentable.



Dejar un comentario

captcha