El conocido como clan de Oviedo ya ha deshojado la margarita convenciendo al presidente de GAM Pedro Luis Fernández que acepte presentarse a las elecciones para presidente de FADE. El joven, aun lo es o al menos lo parece, había rehusado hace unas fechas ser presidente del Real Oviedo -en su día fue director general del club-, lo que le habían pedido dos de sus accionistas principales el grupo mexicano CARSO de Carlos Slim, con el que recientemente tuvo contactos en aquel país, y el abogado Celso González. Los dos, Slim y González, tampoco ven mal que su patrocinado intente hacerse con la presidencia de la patronal asturiana, pero tras su candidatura quien está realmente es el presidente de Liberbank Manuel Menéndez, el consejero Felipe Fernández y el ex secretario de Estado de Economía, el ovetense José Manuel Campa. Todo se terminó de cocer la semana pasada cuando GAM celebró su décimo aniversario en el curso de un acto en el hotel de la Reconquista. Empresas representativas como HC, ALSA, Alimerka, Grupo Masaveu, García Rodríguez Hermanos, Duro Felguera, y algunas más, no están por la labor de apoyar al precipitado candidato que se sacó de la manga el presidente de FEMETAL César Figaredo, el consejero delegado del grupo Daorje Bernardo Villazán. 

Pedro Luis Fernández en unas primeras declaraciones, sin desvelar con que apoyos cuenta -probablemente el sector de la hostelería presente otra candidatura-, anunció que su actuación, por la que no cobrará salario caso de salir, irá encaminada a potenciar la patronal así como a llevar a cabo una intensa labor de regeneración moral de la misma. Al ser un presidente sin retribución y con mucho tiempo a dedicar a su empresa, desde hace años en serias dificultades financieras, no cabe duda de que la figura que cogería un gran protagonismo es la del secretario. De ser elegido ¿Mantendrá Pedro Luis Fernández al actual y eficaz secretario Alberto González?. ¿Dará la sorpresa fichando, como si del Real Madrid se tratase, al actual director de la Fundación HC Nicanor Fernández, un perejil importante en este complejo guiso de la patronal asturiana?. Espero en concreto ver las reacciones del sector de la construcción y del transporte, o sea, de CAC-ASPROCON. y de ASETRA.

Digamos, sin miedo a equivocarnos, que Pedro Luis Fernández viene a representar la esencia de los grandes empresarios afincados en Oviedo mientras Bernardo Villazán lo es de  los de Avilés y parte de Gijón. Si éste último no logra ser presidente y lo va a tener muy difícil, dada su falta de pedrigrí asturiano, el presidente de FEMETAL y hoy presidente en funciones de FADE el abogado César Figaredo habrá cavado su tumba como tal. La candidatura de Villanzán se presentó de manera precipitada, a destiempo, con demasiada premura y sin haber sondeado otras fuerzas representativas de FADE, no solo el metal.

Precisamente estos días el Grupo Masaveu -su cabeza visible, Fernando, continúa residiendo en Lausana (Suiza)- se ha hecho con el uno por ciento de Liberbank, cuyo principal accionista es Cajastur, entidad con Manuel Menéndez al frente que desde su inicio viene apoyando a tope a Pedro Luis Fernández y a su empresa GAM, la única asturiana cotizada en bolsa junto con Duro Felguera. El que ya es segundo accionista de este banco controla un paquete de acciones valorado en nueve millones de euros. El grupo Masaveu junto con el citado Liberbank adquirió también otro 1,18 por ciento de la energética portuguesa EDP, la propietaria de HC, convirtiéndose con un 6,66 por ciento en segundo accionista de la misma por delante de Iberdrola. Tango en Liberbank como en HC el presidente es el economista de Salas Manuel Menéndez. Está claro que los pesos pesados que cito no pueden permitirse el lujo de perder la presidencia de la patronal asturiana en los difíciles tiempos que vivimos. Es más, estoy convencido que el propio presidente del Principado Javier Fernández no vería con mal ojo que el nuevo presidente de FADE sea Pedro Luis Fernández; claro que para eso antes deberá ser elegido en las urnas y hasta el 30 de enero próximo no lo sabremos. La compleja partida de ajedrez del empresariado asturiano solo ha hecho que comenzar y a varias bandas.