El ex presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela, ha fallecido a la edad de 95 años. La muerte se produjo el jueves 5 de diciembre alrededor de las 20.50 hora local, después de una larga convalecencia por una infección pulmonar. "Nuestra nación ha perdido a su padre. Nelson Mandela nos unió y juntos nos despedimos de él", dijo el Presidente Jacob Zuma en un mensaje televisado a la nación.
El ex dirigente que se ha ganado el derecho de tener un nombre con mayúsculas en la Historia, como luchador infatigable contra la segregación entre blancos y negros en Sudáfrica, ha fallecido en su casa a la edad de 95 años. Aunque esperada, la noticia no deja de conmocionar al mundo entero. El Presidente de la República Sudafricana expresó el sentimiento de esta manera: "Aunque sabíamos que este día iba llegar, nada puede reducir nuestro sentimiento de profunda y dolorosa pérdida. Su lucha incansable por la libertad le hizo ganarse el respeto de todo el mundo. Su humildad, pasión y humanidad le hizo ganarse también el amor de todos", afirmó Zuma.
Por su parte, el Presidente ecuatoguineano, S. E. Obiang Nguema Mbasogo expresó, en la madrugada de este viernes día 6, su pesar por “la muerte física de S. E. Nelson Mandela, que fue símbolo de humanismo y de la lucha contra el régimen del apartheid”. Obiang Nguema ha trasmitido su pésame también al Pueblo Sudafricano y a su Presidente, Jacob Zuma.
Madiba, como le llamaban cariñosamente los suyos, pasó casi tres décadas en prisión, tras ser declarado culpable de sabotaje de intentos de derrocar al Gobierno, en su lucha en contra del apartheid, un sistema de segregación racial. Quedó libre en 1990 y cuatro años más tarde se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica. En 1993 fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz.
Mandela fue internado en el hospital de Pretoria el 8 de junio con una grave pulmonía, donde fue tratado durante casi tres meses. Desde principios de septiembre estaba de nuevo en su casa, cuidado por una veintena de médicos.
En el ámbito de la salud, como en el de la dura vida que le tocó vivir para defender la igualdad entre los blancos y los negros en Sudáfrica, Mandela tuvo que superar varios combates.
El impacto de su muerte ha conmocionado a todo el mundo. Su última batalla la ha librado contra su cuerpo castigado por las cicatrices del pasado. El continente africano, y el mundo entero se queda huérfano; su humanidad y grandeza era un espejo en el que mirarse. Se tronchó el árbol, que es lo que significa su nombre en su lengua: el hombre que tira de la rama de un árbol. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha loado la trayectoria vital y política de Nelson Mandela y ha dicho: “Mandela ahora pertenece a la eternidad”.
El antiguo prisionero del régimen racista fue tratado en 1988 de una grave tuberculosis que contrajo en prisión. En 2001, Mandela superó un cáncer de próstata y con 75 años de edad los médicos le operaron de cataratas. Pero en los últimos dos años, Mandela padeció un sinfín de complicaciones motivadas por sucesivas infecciones pulmonares.
Mandela ha dejado de vivir, pero permanecerá vivo para siempre en la historia de la Humanidad y en particular de África. Destacamos la sentencia que en julio pasado, cuando Mandela volvió a ser ingresado en un hospital de Pretoria, pronunció Andrew Mlangeni, amigo personal y antiguo compañero de prisión de Mandela: "Señor, nos habéis traído a este hombre sobre la Tierra, ahora nos hace falta que lo liberéis para que siempre esté vivo entre nosotros".