Un año más acudo a Mieres para rendir homenaje a los mineros fallecidos ante el monumento que recuerda su memoria frente al campus universitario. Es la festividad de Santa Bárbara, la patrona de los mineros- Fue decapitada por su padre, un rey sátrapa, por ser católica. En esta ocasión muchos mineros veteranos asistieron al sencillo acto y es que la asociación de antiguos trabajadores del pozo Tres Amigos han acordado personarse todos los años, a partir de ahora, acompañando al alcalde de Mieres, Anibal Vázquez, y al cónsul de la República Checa en Asturias Amalio García. Mientras los gaiteros tocaban el “Asturias, patria querida” se depositaron ramos de flores al pie del monumento realizado por Miguel Angel Lombardía. Esta vez no vino el embajador del citado país porque en estos momentos el cargo está vacante, a la espera de que el gobierno checo nombre nuevo representante en Madrid.
Nutrida representación municipal con Manuel Angel Alvarez, portavoz de IU-Los Verdes, Armando Fernández, portavoz del PSOE, José María Rodríguez, portavoz del PP y Enrique Fernández portavoz del FAC. También estuvieron presentes Felipe Burón, presidente de la Asociación minera Santa Bárbara y el secretario Juan Manuel Prieto. Eché en falta al secretario general del SOMA-UGT José Manuel Alperi. Si estuvieron Enrique Coto, ejecutivo de la empresa minera Carbomec, y L. Kriesner, representante de la firma Prominekón.
Como marca la tradición desde hace ya años bajo la presidencia del alcalde y del cónsul nos reunimos en el Bar Azul con una distendida sobremesa en la que hablamos sobre lo humano y un poco sobre lo divino. Amalio García es a sus noventa años y en plena forma un empresario nacido en Sotrondio que ha traído a las minas asturianas importantes mejoras en productividad a través de técnicos checos y polacos además de maquinaria de esos países hoy a la cabeza del mundo en el sector minero de interior. Amalio García lleva 23 años trabajando como contratista para HUNOSA en donde al día de hoy tiene del orden de 150 mineros de Chequia y Polonia. Algún experto me dice que obtienen el 65 por ciento del carbón que se extrae de HUNOSA y que no es mucho, la verdad, porque no creo que este año se supere el medio millón de toneladas. Su empresa, que opera en sectores mineros y de obra civil de varios países, como Argelia y Colombia, por citar, está a la espera de conocer qué va a ser de HUNOSA, de sus pozos, de su producción, el próximo año. No hace mucho, me consta, la SEPI dio orden de fuera subcontratas de HUNOSA pero, seguro, ignoran el fundamental papel que en la producción de esta empresa pública juega este veterano empresario asturiano. Amalio García siente HUNOSA y la minería asturiana, a la que ha entregado parte de su vida, pero en estos momentos está expectante ante la postura que adopte la dirección de HUNOSA para el 2014. Me confiesa que su gente está en condiciones de aumentar la producción de la empresa estatal pero, claro, no depende de él sino de la SEPI y del equipo directivo de HUNOSA. En una palabra, el nuevo plan que va a comenzar a negociarse entre la dirección que preside la ingeniera María Teresa Mallada y los sindicatos, marcará el rumbo a seguir.
Al que encontré bastante recuperado del accidente sufrido con un quad en los montes de Lena en septiembre pasado es al alcalde de Mieres Aníbal Vázquez aunque aún se resiente de su brazo derecho. Este militante de Izquierda Unida se está dejando la piel en este barco municipal endeudado hasta las cejas. Hoy firmó con el Banco HerreroSabadell un crédito de 3 millones de euros para pagar a proveedores con el aval de Cristobal Montoro. Sin duda el acontecimiento más importante a corto plazo para Mieres es la puesta en marcha del nuevo hospital. Ya ha tenido al respecto el alcalde contactos con el consejero de Sanidad Faustino Blanco con el que, por cierto, se encuentra muchos domingos en El Molinón -rojiblancos que son hasta la médula-. Mieres es un concejo con pérdida de habitantes desde hace años, apenas sobrepasa los 42.000, y con puntos negros por resolver como son, por ejemplo, las importantes carencias del valle de Turón, el aprovechamiento del campus universitario y la finalización del polígono urbano de la Mayecina. Mieres comenzó su declive cuando lo hizo la industria minera y siderúrgica. Tierra, como tantas otras de Asturias, de jubilados, necesita ciertamente una revitalización que podría venir con un relanzamiento de las explotaciones hulleras, incluido el cielo abierto, pero ¿Quien pone el cascabel al gato?. En todo caso esperemos que, al contrario que le ocurrió a Santa Bárbara, nuestra minería no sea decapitada el próximo año.