Nos reunimos en torno a unas estupendas cebollas rellenas un grupo de ex alumnos de los Dominicos de Oviedo capitaneados por el hoy profesor del colegio Chema Feito para recordar al padre Fermín que con sus ochenta años a cuestas es uno de los más veteranos profesores que tuvo este emblemático colegio ovetense que tantas generaciones formó. Lamentablemente en esta ocasión ya no pudo acompañarnos el citado dominico, natural de Las Regueras, de una modesta familia de once hermanos de los que solo vive él, porque su salud está muy deteriorada lo que realmente lamentamos sus antiguos alumnos. El padre Fermín, toda una institución, fue el impulsor del deporte del hockey sobre patines que luego su colega el padre Valdés elevaría a categoría internacional, además de ser un forofo del Real Oviedo, equipo que siguió en todos sus partidos locales hasta que las fuerzas le fallaron.
Precisamente el próximo día 14 la Asociación de Antiguos Alumnos de Los Dominicos de Oviedo celebrarán su XXXIX reunión anual en la que se rendirá homenaje a los alumnos que finalizaron sus estudios en el año 1960 así como también habrá una especial dedicatoria de afecto y solidaridad con el padre Fermín. Actualmente la asociación la preside ese excelente asesor fiscal que es José Francisco Alvarez Díaz, reunión que servirá como todos los años para que antiguos compañeros de estudios se reencuentren. La reunión que hoy un pequeño grupo celebramos -Manuel de la Cera, Miguel Rama, Viso, el profesor Marcial, José Antonio Martínez Alllende..-fue precisamente en La Bodega de Santa, un coqueto bar de copas y comidas en la calle de Félix Aramburu que esta semana ha cumplido su tercer aniversario. El matrimonio formado por José Santamaría y su esposa Begoña con la inestimable colaboración de su hija Carolina ha conseguido en poco tiempo ser centro de referencia de la buena hostelería de la zona que es amplia y de categoría caso, además del citado establecimiento, de El Grano de Oro, Cafetería san Francisco y el Mesón de Tormes. Santamaría es hijo del que fue uno de los más famosos sastres que tuvo Oviedo, con tienda en los arcos de la calle de Gil de Jaz, propietario luego el hijo de una tienda de ropa en la planta superior del Centro Comercial de las Salesas. Pero como los designios del señor son inescrutables José Santamaría hijo terminó en el sector hostelero con éxito basado en el trabajo y la calidad además de precios más que aceptables. Por eso su tercer aniversario justifica el comentario que hago como modesto cliente y vecino que soy.
En esta tarde invernal y lluviosa no puedo por menos recoger la preocupación hecha una vez más pública por el rector de la Universidad de Oviedo Vicente Gotor sobre el déficit que se avecina a la institución y la falta de recursos que viene registrando hasta el punto que alumnos en algunas facultades acuden a clase con abrigo y bufanda por no funcionar la calefacción por falta de combustible. Ya se que el despacho de la señora gerente goza de buena temperatura pero lo que comento es preocupante y así me consta que está en el ánimo del presidente del Consejo Social Lalo Azcona que cuando el gobierno autonómico le convenció para el cargo no pensó que la situación sería tan grave. Solo una masiva ayuda de la empresa privada podría sacar a la universidad asturiana del colapso al que está abocada pero no veo traza porque, para empezar, ¿Que tejido empresarial tenemos?. Fundamentalmente pequeña empresa hasta el punto que el número de autónomos en nuestra comunidad sobrepasa los 60.000. Y ya que me refiero a nuestra principal institución docente, decirles que el próximo día 11 de diciembre se jubilará tras más de 40 años como funcionario, el PAS Alejandro Martín Crespo, jefe del servicio de nóminas de la Universidad de Oviedo, y profesional que conoce como muy pocos los entresijos de la institución. Se ha ganado una merecida jubilación, desde luego. Pues a disfrutarla por muchos años.
