No salimos de esta "gran estafa" que interesadamente se quiso llamar crisis y ya se está incubando otra que posiblemente tenga mucho más calado que la primera. Hay una diferencia significativa entre las dos: para la primera, sus promotores, buscaron un "chivo expiatorio" en la famosa "burbuja inmobiliaria"; para la segunda, sin "chivo" y sin "burbuja" se les verán sus propias miserias especulativas y el gran tinglado de fraude y engaño en el que están inmersos internamente.
Si la "gran estafa", o la crisis, o como se quiera llamar, la comparamos a un tsunami, este fue consecuencia del movimiento de unas placas tectónicas situadas en el epicentro del sistema financiero mundial, las grandes aseguradoras, los grandes fondos de inversión...; y esas mismas placas, situadas en el mismo epicentro, se volverán a mover y provocaran un segundo tsunami mucho más devastador para los ciudadanos de los países más desarrollados.
En la últimas semanas, en España, no hemos parado de recibir mensajes interesados en el sentido de que todo va yendo en el buen camino. Se repite eso de que "la luz se ve al final del túnel". Nadie, exceptuando el Gobierno, en su sano juicio, ve esa famosa luz cuando sigue el goteo de grandes empresas poniendo el candado de cierre en sus puertas y enviando a miles de trabajadores al paro. La cifra de seis millones de desempleados en España sigue siendo una realidad, y sino fuera por la ingeniería distorsionada del INEM, seguro que serian muchos más.
Nos anuncia la eurozona que el próximo jueves va a poner fin al rescate bancario para España. El ministro De Guindos dice que es una buena noticia para nuestro país y destacó el saneamiento de nuestro sistema financiero. Según De Guindos, pues, tenemos un sistema financiero saneado.
A uno le resulta difícil de comprender como, si el sistema financiero español y por ampliación el europeo está saneado, el Banco Central Europeo, organismo que actualmente dirige Mario Draghi, rebaja los tipos de interés al 0,25%, mínimo histórico, y a la vez anuncia que los bancos europeos tendrán absoluta financiación para su liquidez como mínimo hasta el año 2015. ¿Financiación de liquidez para qué?; ¿para seguir saneando sus balances?, ¿para seguir comprando deuda nacional?, ¿o para derivar esa liquidez a ofrecer financiación a empresas y particulares?. Por supuesto que para esta última propuesta no va a ser.
Los bancos españoles no están saneados, a pesar de las cuantiosas y millonarias ayudas que han recibido y que están recibiendo; ayudas que llevan una contrapartida que grava al estado de bienestar de todos los ciudadanos.
Una de esas empresas que sirven a los intereses de los especuladores mundiales más interesados, Standard y Poor¨s, calcula que, como mínimo, los bancos de la eurozona tienen un déficit de capital de 95.000 millones de euros. ¿Será porque están saneados?. El agujero es tremendo y extremadamente preocupante.
Una de las consecuencias de esa rebaja histórica de los tipos de interés al 0,25% es que el Euribor - el tipo de interés que utilizan las entidades financieras para prestar dinero unas a otras (mercado interbancario- se ha situado, también, a mínimos históricos del 0,52%. El Euribor inició su andadura en Europa en 1999 y partió de un tipo de un 2,83% llegando a alcanzar, en Julio de 2008, el tipo más alto al situarse en el 5,39%.
El valor mensual del Euribor es utilizado por las entidades como referencia para fijar el tipo de interés a la hora de conceder los préstamos y créditos bancarios.
En los últimos días salieron a la luz pública los resultados de todas las entidades financieras. Como por contagio, y a diferencia del año anterior, resulta que en lo que va del actual ejercicio todas las entidades han publicado unos beneficios exorbitados teniendo en cuanta la crisis en la que seguimos inmersos. Hay una pequeña explicación entre otras muchas: los bancos están "friendo" descaradamente a sus clientes con el consentimiento de la entidad supervisora; el diferencial del precio del dinero y el Euribor con el tipo que aplican a la pequeña financiación que transciende a sus clientes, supera, sobre todo en los préstamos al consumo, un 10% (hay que añadir comisiones, seguros y varios). Un robo manifiesto y consentido por la autoridad competente.
Con todo, robo incluido, las entidades financieras no tienen suficiente y la bombona -la española la más próxima- acabará estallando. Aún hoy, para que los consejos de administración y la alta dirección sigan percibiendo pingues y escandalosas retribuciones, se está ocultando la morosidad real dando cifras manipuladas. Las refinanciaciones engañosas de préstamos y créditos de dudoso cobro siguen estando a la orden del día. Me comentaba recientemente un alto directivo de una entidad: "estamos corriendo la bola mientras que podamos, pero esto va a estallar".
´¿Qué ocurriría llegado ese momento?. Miremos lo que ha pasado hasta ahora, pensemos en los gobernantes entregados y colaboracionistas que dirigen nuestros destinos y pongámonos en una situación aún peor en cuanto a la pérdida de los pocos derechos sociales que aún nos quedan.
El próximo tsunami será puro, consecuencia de la más que previsible "bombona financiera". Y eso que el sistema financiero español dicen que está saneado y nos lo estamos creyendo..