Esto se precipita. La llave para que gobierne el Partido Socialista en Asturias ha cambiado de giro y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) aprovechando que está celebrando su convención anual en Madrid acaba de anunciar por boca de su líder Rosa Díez que rompe el pacto de gobierno que tiene con el PSOE en Asturias, anuncio lógicamente corroborado por su único diputado regional el abogado gijonés Ignacio Prendes, el de los seis asesores. Por su parte Izquierda Unida también anda cabreada con los socialistas de Javier Fernández si bien no había pacto por escrito de por medio. UPyD sí lo tiene, pero IU de facto viene apoyando al PSOE en las decisiones importantes que se toman en la Junta General del Principado. Además de que la FSA y sus dirigentes no andan finos, especialmente el portavoz parlamentario Fernando Lastra y el secretario de organización Jesús Gutiérrez -como ejemplo práctico la continuada crisis municipal de Cudillero-. Los problemas sin resolver de la sociedad asturiana y la cada vez más cercana fecha de elecciones hacen que la política regional esté a punto de saltar por los aires poniendo en peligro la aprobación de los presupuestos para 2014 lo que sería muy malo para el Principado.
La causa oficial de esta ruptura del “ménage à trois” está en la negativa del PSOE a aprobar una nueva ley electoral en nuestro parlamento si no está respaldada por una amplia mayoría y ni Foro ni el PP -segunda y tercera fuerza política en la región- han querido saber nada del tema, pero el “ménaje à trois” tenía la mayoría suficiente para sacarla adelante como pretendía especialmente el diputado de UPyD que al inicio de legislatura dio su voto a la FSA para que gobernasen una vez más los socialistas en nuestra comunidad autónoma. IU también está empecinada en la reforma electoral pero además la coalición está revuelta por la imputación de su portavoz parlamentario Angel González. El caso es que pienso que a la opinión pública en estos momentos, con casi 116.000 parados, le trae al pairo tal reforma electoral y no se cómo va a reaccionar ante una prórroga de los presupuestos, siempre mala para nuestra economía. El caso es que Javier Fernández y su ahora débil gobierno tendrá que aguantar el tirón hasta mayo, plazo que tiene para poder disolver el parlamento y convocar elecciones autonómicas -En el último año de legislatura nuestro Estatuto de autonomía ya no lo permite-; el caso es que las va a pasar canutas con una oposición, principalmente la derecha, crecida a través de Foro y PP.
De todo este río revuelto que ahora se convierte en remolino quien puede sacar tajada para llegar con más y mejor oxígeno a las próximas elecciones autonómicas es el partido que lidera Francisco Alvarez-Cascos, Foro Asturias -segunda fuerza política de la región- y único sin dependencia centralista. Si el balón hubiera rodado de otra manera también tendría su oportunidad el Partido Popular pero el peso de la crisis, que grava principalmente al gobierno de Mariano Rajoy, hará, sin duda, que el remonte regional de los suyos en Asturias, como correa de transmisión que son, resulte complicado. Mercedes Fernández, su líder en Asturias, lo intenta pero palpo que el ciudadano de a pié no la sigue y desde Madrid tampoco la ayudan mucho. Y es que, por ejemplo, cada vez que Cristóbal Montoro sale a la palestra para justificar el recorte de ayudas a nuestras infraestructuras utilizando el argumento de que ya va envía muchos euros a esta tierra para pagar pensiones, a más de uno se le hincha la vena por el cabreo.
Solo cabe esperar que al margen de la ruptura del “ménage à trois” la oposición mire por Asturias y en temas puntuales y decisivos, los presupuestos, por ejemplo, apoye pese a todo al PSOE. No podemos quedarnos aún más desenganchados de lo que estamos del tren de la recuperación.