Las ovejas, siguiendo el programa electoral del candidato y con los consejos de Orwel, apoyaron mayoritariamente a la oferta mas atractiva, la del progreso el talante y la libertad, pero muy pronto se sintieron defraudadas, entonces llamaron a los carneros, que habían votado con ellas al igual que algún cabritillo enano, que había venido del extranjero, y todos juntos decidieron " indignarse" y salir del corral para hacer una sonada protesta contra los dirigentes corruptos que las habían engañado; todo se iba desarrollando pacificamente, habían hecho una asamblea y decidieron, por unanimidad dirigirse al ayuntamiento para hacer una balada de protesta, de pronto, observaron que los perros que les habían asignado para su protección, las observaban con detenimiento y sin pensarlo dos veces se dirigieron a ellas de forma brusca y amenazante.

Al final hay que leer "La Rebelión en la Granja", para darnos cuenta de que las ofertas electorales se quedan, frecuentemente, en nada o lo que es peor en algo que te destruye a base de perros que al fin y al cabo, por mucho que hablemos de democracia, se tornan al servicio de quienes los "colocan" , pero las ovejas, han cometido el error de pensar que iban a entrar todas en el redil municipal, ignorando que, como se ve en Grecia o Portugal, ya no hay pación para todos. Fueron a por lana... y terminaron trasquiladas, por eso miran al esquilador con inevitable resignación. No lo pensaron bien antes de votar... y ahora, ya es tarde