Mientras el presidente del Gobierno estaba haciendo un "bolo" en Nueva York llenándose la boca con dos supuestas décimas de diferencia en los cálculos macro económicos y el "comodín" de Gibraltar, llegó a España el comisario de Industria de la Comunidad Europea, Antonio Tajani, y afirmó que el peso de la industria en relación al PIB español ha caído desde el año 2.008 un 30%.
Que el sector industrial en España se está desangrando es evidente, y para comprobarlo, a parte de los datos que de cuando en cuando se encargan de recordar desde Bruselas, solo basta con echar un vistazo a los medios de comunicación que día tras día nos ponen al corriente de cierres, deslocalizaciones, despidos y "eres".
La reforma laboral continúa dando sus frutos y la lista de parados, como es previsible acabado el verano, irá en triste progreso. Nuevamente, empresas de peso y con plantillas que hasta ahora representaban seguridad y progreso para sus lugares de ubicación, avanzan malas noticias para un futuro inmediato. "Tenneco" y "Aguas de Fuensanta" en Asturias, "Grupo Gallardo" en Extremadura, "Tata" en Zaragoza, "Sniace" y "Solvay" en Cantabria, enviarán a la calle a unos 2.000 empleados; otros 2.000 serán despedidos en toda España por "Panrico".
Como ajenos a este desastre, el Gobierno habla de la salida de la recesión y de la buena marcha de la balanza de pagos gracias a las exportaciones. Y siendo un dato verdadero que las exportaciones van bien para España, lo que no dicen es que, por ejemplo, el 88% de las exportaciones realizadas en el 2.012 estuvieron concentradas solamente en un 10% de los exportadores, entre ellos el sector del automóvil que, casualidad, es uno de los sectores más apoyados vía subvenciones estatales.