Acepto muy gratamente y con mucha satisfacción esa invitación para incorporarme a vuestro campo, que nunca abandoné. Y, desde luego, con respecto a esa declaración institucional, todo lo que por mi parte pueda aportar y acompañaros en ese momento, lo haré con muchísimo gusto.

No tengo palabras para expresar la enorme satisfacción de ver cómo, entre otros, este es un gran acontecimiento, ha fructificado uno de los proyectos más deseados, más queridos a lo largo de mi vida, que es la consolidación aquí en Asturias y, particularmente, en Gijón, de un proyecto extraordinario que es el de Laboral en su conjunto, pero específicamente lo que significa dar vida a un Centro de Arte y Creación Industrial que era toda una apuesta de vanguardia desconocida en nuestro país. Porque no había ni hay en nuestro país, un centro de esta especificidad, de creatividad relacionada además con elementos que forman parte de nuestra sociedad moderna.

Y esta conexión con la matemática y con la investigación, la ciencia, que tan afortunadamente hemos podido hacer en un entorno que definimos siempre como uno de los elementos más singulares de un Centro que nace con una vocación, con una idea muy compleja que ha vinculado ya a decenas de miles de personas en su funcionamiento. Recuerdo aquellas primeras estimaciones críticas de elitismo y no sé cuantas otras cosas, que es justamente lo contrario de lo que ha sucedido aquí. 

Yo creo que la propia realidad ha desbordado ampliamente y de forma positiva lo que concebíamos. Y también esto ha tenido la mano maestra de personas en la gestión del Centro, a todo el equipo en su conjunto, a todos los que trabajáis aquí, pero especialmente a Rosina Gómez-Baeza, ya que cuando las cosas salen bien en la vida, hay que presumir de ellas. Yo algo tuve que ver para seleccionar a una persona que, aunque concurrió con sobradísimos méritos, sin duda la estimulamos a que viniese aquí a su tierra a servir a Asturias desde su dilatadísima carrera y su prestigio, que lo ha ganado muy merecidamente. Y, por tanto, tener estos momentos en Asturias gestores de este nivel es un capital extraordinario. Hoy que en el mundo moderno se valora tanto la inteligencia, el conocimiento, el saber hacer, tener buenos gestores públicos es un verdadero lujo.

Y esto aquí, en mi terreno, aunque ya llevo unos cuantos años sin practicarlo en la primera línea, pero en la segunda línea siempre estoy. Y es verdad, porque la vocación por la ciencia, por la transformación, por el mundo en el que vivimos, de forma positiva para mí ha estado siempre vinculada a la política. Fueron las dos grandes pasiones de mi vida desde niño. Y la matemática que es, sin duda, una vocación muy incipiente en mi vida y que tuve la posibilidad de plasmarlo en una titulación incluso después de ser Perito Industrial. Es más, creo que era en el año 1964 cuando di aquí, en la Laboral, clases de Topografía y Construcción.

Estoy en mi ambiente, con mi gente. Yo siempre me he considerado parte de ese gran equipo. Han pasado muchos años desde que me aparté de la primera línea de la docencia. Veintiocho años desde que dije sí a una oferta muy atractiva; dirigir la Educación asturiana y vincularme al mundo educativo desde la Administración; luego desde la Alcaldía, luego desde el Principado. Veintiocho años de vida que, además, están incardinados incluso en la historia de todo lo que tenemos alrededor. Porque yo tuve el gran privilegio, algo que pocas personas tienen en la vida, de que muchas cosas que soñé, las puede poner en práctica desde mi propia responsabilidad y eso, en la vida, es una enorme suerte. Es uno de esos frutos que da la política. Ver cómo la ciudad en la que naciste, que tienes en tu imaginario, cambia. Ver cómo esta zona que veíamos en aquella época como un lugar alejadísimo de la ciudad, se ha ido configurando en un espacio extraordinario, eludiendo cualquier intención especulativa con estos terrenos, participando en la configuración desde el planteamiento urbanístico ordenado. Porque tuve el privilegio ser Alcalde de esta ciudad y, con la Universidad, hacer un planeamiento excepcional que diseñó lo que fue uno de los mejores campus de España, que es el que tenemos aquí.

Con una inversión que, comparada con lo que significa este valor patrimonial, es muy baja. Si no compárenlo ustedes con centros de cualquier lugar de España, lo que ha significado, por ejemplo, recientemente la Ciudad de la Cultura de Galicia o cualquier otro lugar. Y, además, tener un diseño de integración de actividades, de espacios, de todo lo que significó ir haciendo ciudad desde una vocación pública, de servicio público. Estos terrenos en manos de cualquier otro Ayuntamiento seguramente hubiesen sido espacios para desarrollos urbanísticos espectaculares, en la zona más privilegiada de Gijón. Pero aquí la vocación pública, la vocación de servicio público del Ayuntamiento, lo que hizo fue siempre diseñar espacios de disfrute público, pero también de conocimiento, de investigación, de actividades empresariales y de integración de todo ello, que es lo que exige el mundo moderno.

Y la Universidad, por supuesto, con noticias como las de hoy, nos genera una gran alegría. Porque una Universidad como la de Asturias que es, evidentemente, la única que tenemos. Una Universidad pública con un número de alumnos no comparable a otras como las de Madrid o las de Barcelona, sin embargo está en los lugares punteros. Y esto es un estímulo para saber que la calidad, para saber que pensando y actuando con inteligencia, esto, que fue siempre periferia, hoy es centro de muchas cosas. Y, en el mundo actual del siglo XXI, la periferia puede ser centro de muchas actividades. Y, hoy, Asturias es centro de muchísimas cosas que hay que poner en valor, porque si la sociedad no reconoce las cosas que se hacen bien, difícilmente podrá avanzar en un sentido positivo.

Y lo digo en un contexto donde muchas de estas cosas quizá no han estado en la línea que se merecen, en la vanguardia que se merecen, porque esto es, al final, el producto de nuestro trabajo. Un trabajo colectivo, público, al servicio de los demás.

Hoy estamos aquí poniendo en marcha también una exposición muy original y, desde luego, espléndida, que se va a continuar luego con una reflexión más profunda, específicamente matemática, en donde también tendré la ocasión de intervenir.

Las matemáticas y el arte están estrechamente relacionados desde el inicio de la civilización. En todas las culturas encontramos vínculos fuertes entre matemáticas y  arte; dos manifestaciones que obedecen a la aspiración humana de alcanzar el ideal de perfección, entender la armonía del universo y sus proporciones.

Las matemáticas están en la base de las principales manifestaciones artísticas y en la estructura misma de los grandes museos.

Resaltar que las matemáticas crean formas artísticas es el propósito de la exposición “Imaginary. Una mirada matemática al arte a través de la imaginación”. Una muestra itinerante que la Real Sociedad Matemática Española ha integrado en el programa de celebración de su centenario y que llega a la Centro de Arte y Creación Industrial de Laboral con motivo de las decimoquintas Jornadas sobre el Aprendizaje y la Enseñanza de las Matemáticas que a partir de este domingo se celebran en Gijón.

Arte, enseñanza y matemáticas van de la mano en esta muestra para ofrecer a todos los visitantes una experiencia científica y, a la vez, artística, demostrando que los límites entre ciencias y humanidades son arbitrarios y siempre difusos.

Lo vienen demostrando las actividades del Taller de Matemáticas y Creatividad “MathsLab”, una iniciativa organizada conjuntamente por los Centros del Profesorado y de Recursos de Asturias y Laboral Centro de Arte con el alumnado de quinto y sexto cursos de Primaria, de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, y la participación de un numeroso grupo de matemáticos, pedagogos y artistas.

Y lo viene demostrando en sus cuatro años de actividad este Centro de Arte y Creación Industrial, creado a una iniciativa del Gobierno del Principado para fortalecer el ámbito de la cultura tecnológica en nuestra Comunidad a la que se han incorporado importantes iniciativas públicas y privadas.

En estos cuatro años se han celebrado 55 exposiciones, con más de 852 obras de arte realizadas por 867 artistas y colectivos, 109 de ellos asturianos que han encontrado aquí un lugar de proyección internacional para su trabajo, porque este sigue siendo el único centro en España dedicado a la cultura tecnológica, la investigación artística, la producción y difusión del arte actual.

También, desde hace 3 años, a la formación, a través de un programa educativo que, a través de talleres, mesas redondas y encuentros con creadores y críticos, aproxima la creatividad tecnológica a todo tipo de públicos.

En estos primeros cuatro años de actividad, más de 645.000 personasvisitaron las exposiciones o participaron en alguna de las actividades, cursos, talleres y seminarios programados por este Centro de Arte.

La alta calidad de la programación de este Centro de Arte ha dado repercusión nacional e internacional a la actividad cultural y turística de Asturias, con presencia en artículos, reseñas y reportajes sobre su línea de trabajo en los más importantes medios de comunicación internacional, y en destacadas publicaciones especializadas, en las que es habitual encontrar los nombres de Laboral, Gijón y Asturias como destino obligado del arte contemporáneo.

Estamos, por lo tanto, en el mejor escenario para una exposición que incide, de una manera atractiva y pedagógica, en interesantes aspectos teóricos de las matemáticas y la geometría algebraica en su proyección artística y visual.

Una exposición que convencerá a todo el público del potencial de las matemáticas para aumentar nuestra capacidad creativa y mejorar nuestra cultura.

Agradezco y felicito a las personas que han hecho posible que todos los asturianos disfrutemos durante dos meses de esta inteligente mirada matemática al arte a través de la imaginación, “Imaginary”.

*Presidente del Principado de Asturias

Intervención en la inauguración de la exposición Imaginary