El empuje de un psicoesteta

Asisto en la sala Antonio Gala de uno de los lugares más emblemáticos de Málaga -”La Bodega de Pimpi”- a la presentación del último libro del psicoesteta asturiano Ramiro Fernández y Alonso de Aller en un acto organizado por la Asociación de Peluqueros de esta ciudad andaluza y que prácticamente agotaron las existencias de su libro sobre la imagen en el siglo XXI que ha editado Nóbel, más cuando el psicoesteta de “la roja” anunció que todos los beneficios de la publicación estarán destinados a “Mensajeros de la paz”.

A lo largo de una hora Ramiro Fernández dio con gran vigor en su palabra toda una lección de como hoy debe llevarse un negocio de peluquería y que no es lo fácil que podamos suponer los desconocedores de este noble oficio. Con la permanente queja por la brutal subida del IVA que han sufrido los peluqueros meses atrás -del 8 al 21 por ciento- Ramiro Fernández destripó los distintos capítulos que conllevan estos negocios, tanto en el aspecto económico, como en el artístico, empleo de productos, dermatológico, etc. El psicoesteta, de alma merengona por lo que quedó encantado por el 6 a 1 del Real Madrid al Galasataray aunque preocupado por la nueva lesión de su  buen amigo Iker Casillas, les dijo a sus colegas malagueños que hay que apostar por la innovación y la juventud, que vivimos en una sociedad muy pendiente de la imagen a todos los niveles y que, aunque él no lo verá, está convencido de que algún día la psicoestética tendrá su lugar en la universidad.

El psicoesteta asturiano fue presentado por su colega Gabriel Ramos, presidente de la Asociación de Peluqueros de Málaga, en presencia de Tomás Ruíz, secretario general de la Federación Española de Peluquería. Precisamente Ramiro Fernández es uno de los tres finalistas al premio internacional de estilismo que la organización Internacional Coifure fallará el próximo martes en Madrid con motivo de la feria que el sector celebrará la próxima semana en el recinto madrileño de IFEMA.

Para celebrar la conferencia nada mejor que tomar unas manzanillas en otro establecimiento emblemático en el centro de Málaga, “Los Gatos”, cuyo propietario Miguel López Fuentes no es granadino, como por error escribía en un comentario anterior, sino de la propia Málaga. Se puede decir que es un emigrante retornado de Madrid donde años atrás instaló con gran éxito “Los Gatos” en el barrio de Las Letras, muy cerca del Congreso. Tiene interés este hostelero puntero en conocer Asturias y en concreto Oviedo ya que sabe del buen momento por el que pasa la cocina del Principado. Su amigo Pepe Morata, que estos días hace turismo en la capital de Asturias, ha prometido llevarle. Sidra y fabada que no falten en su momento. La Gascona les espera.



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