Con la decepción de la eliminación de Madrid para sede de los juegos olímpicos de 2020 los asturianos celebramos hoy el día de la patria regional. La lluvia nos ha dejado por el momento y, seguro, Covadonga estará a reventar con autoridades laicas y religiosas postrándose a los pies de la Santina que ya en su día el recordado Rafael Fernández enseñó el camino a la izquierda que no tenía por qué ruborizarse por arodillarse a los pies de la Vírgen patrona del Principado. El abad, el bueno de Juan José Tuñón, hará de anfitrión y todos, supongo, rezaran para que en los próximos meses Asturias comience a recuperar el pulso perdido.
Ahora que Madrid ya no será dentro de siete años sede de los juegos olímpicos a lo mejor es el momento de castigar al COI y que el ayuntamiento de Oviedo quite ese nombre, Juegos Olímpicos, a un glorieta que hay al final de la Florida y que enlaza precisamente con la nueva calle que llevará -a mucha honra-mi nombre. El ayuntamiento de Madrid, estoy seguro, va a potenciar en los próximos años sus actividades lúdico culturales y ahí jugaran un papel importante los asturianos Natalio Grueso, el denostado ex gerente del centro cultural Niemeyer, y Miguel Munarriz, ex director de la oficina del Principado de Asturias en Madrid, que ahora lleva la responsabilidad del teatro municipal Fernando Fernan Gómez. Aquí, entre tanto, a esperar el pregón de las fiestas a cargo de mentalista Antonhy Blake que para eso es de la calle Asturias. Quiere dejar a los ovetenses y visitantes que seguro llenaran la plaza de la Constitución con la boca abierta. Seguro que lo logra.
Seguramente, con la Virgen de Covadonga preocupada, la movida en el seno de la Iglesia asturiana es grande con el cambio de parroquias de cerca de un centenar de sacerdotes por decisión, en bastantes casos incomprensible, y en contra de la opinión de los fieles -en la iglesia asturiana como en tantas otras organizaciones no pintan nada-, del actual arzobispo Jesús Sanz Montes que se me antoja muy radical y si no que se lo pregunten al profesor Manuel Fernández de la Cera quien hace fechas abandonó el patronato de la Fundación Vinjoy cuando escuchó en palabras de su Ilustrísima “que hacen estos -refiriéndose a los socialistas- aquí“. Estoy seguro que ese gran humanista y religioso que es Nicanor López Brugos sufre en silencio pero así es la vida. Hasta los socios de la Cofradía de los nabos que preside José Sariego en la Foz de Morcín están cabreados ya que por vez primera en la historia los actos en enero no podrán ser realizados como hasta ahora en la iglesia del pueblo. Menos mal que el productor cinematográfico Juan Gona les cede sus instalaciones en Argame donde harán el homenaje a este producto de nuestra huerta. La cofradía de los nabos pronto inaugurará sede social en La Foz, en el local del antiguo cine. A estas alturas, cara a el festival en enero, solo les queda por resolver quien será el pregonero. Todo apunta al padre Angel, por cierto.
Hoy, 8 de septiembre, no quiero finalizar este comentario sin dedicar unas líneas recordatorias del cardiólogo ovetense Eduardo González “Macano” fallecido hace un año. Experto médico, amigo de los amigos, fue un ovetense ejemplar. El ayuntamiento le ha dedicado una calle con su nombre que será colocado el próximo mes de octubre coincidiendo con una sesión en su honor de la Academia Médico Quirúrgica de Asturias. “Macano” y un servidor coincidíamos en la peña El Urogallo y muchos días nos tomábamos un vino en la tertulia de la misma a la entrada de La Goleta. En el Club de Tenis, donde tanto colaboró, han dado su nombre al salón de actos y Oviedo, en definitiva, le echa mucho de menos, pero la vida a veces es así de cruel y hoy, en este su primer aniversario del fallecimiento, tengo un recuerdo para él. A María José, su viuda, y a sus hijos, un fuerte abrazo. El espíritu de “Macano” nunca nos abandonará.
