Una operación de cataratas

 

Es sabido que las enfermedades del ser humano se incrementen con el pasar de los años, de ahí que en una región como la nuestra, envejecida, con una media de edad que sobrepasa los 45 años , el incremento en gasto farmacéutico y sanitario no disminuya lo deseado y más cuando las expectativas de vida son altas. Son muchas las intervenciones quirúrgicas que se pueden llamar vulgarmente,  de conservación de la especie, mantenimiento, que buscan unas mínimas condiciones de calidad de vida, así tenemos las llamadas operaciones de “recambio” o implantación de  prótesis, entre ellas más frecuentes las de caderas, rodillas…o las intervenciones destinadas a mejorar la vista, como la operación de cataratas. Esto que es práctica común, sorprende cuando uno se entera que  una chimpancé , de nombre Silvia,  del zoo de Tenerife, ha sido operada de cataratas, pues según sus cuidadores su escasa visión le obligaba a “ palpar” en busca de todo, zumos, alimentos…La operación duró media hora y según el parte veterinario, Silvia “está nuevamente descubriendo el mundo”. . Supongo que el propio animal asombrado del cambio experimentado, pues no es para menos pasar de la oscuridad a la luz, el día más inesperado convoca a los medios para contarnos sus vivencias, peripecias y mejoras obtenidas.

 

Ante noticias tan inusuales como esta, la caja de los recuerdos se nos agita y nos lleva a otras épocas, y así yo al saber que la paciente se llamaba  Silvia, me llamó la atención la expresividad y belleza de su nombre – alguien ha tenido buen tino en buscárselo-, puro canto a la selva, al bosque, al árbol, al medio natural, ya que Silvia  procede del latín “silva,ae”. Este apelativo de mujer ,quizás menos frecuente en la actualidad, lleva  a los de mi generación hacia la mítica cantante francesa Sylvie Vartán con canciones tan famosas como “La Maritza”,” Si yo canto es para ti” “La muñeca de cera” “Yo tengo un problema, yo creo que te amo” entre otras, y que todavía sorprendió a sus “fans” con un excelente concierto este agosto en el Theatre de Verdure de la Grande-Motte…Eran los tiempos  en que  nuestra lejanía con Europa, cuando Europa acaba en Los Pirineos, nos llevaba a abastecernos de música francesa, italiana, era la época de Salvatore Adamo, Françoise Hardí, Gigliola Cinquetti…hasta que después llegó el dragón angloamericano y se hizo dueño del espacio (Beatles, Rolings…) se iniciaba la protesta, la rebelión en las aulas, en las calles. Posteriormente he conocido a compañeras de estudios y amigas que se llamaban Silvia, que para mi siempre tuvo cierto matiz francés, como en la actualidad conozco a muchos hijos de amigos que se llaman Felipe, José María, Julio, Esperanza, Ana…

 

Una vez más tenemos al animal como protagonista del acontecer diario, pues no es  muy usual que una chimpancé, de 41 años,  se opere de cataratas. Siempre que hablamos de cataratas, vienen a la cabeza dos acepciones, dos significados, así el de salto de agua, de gran belleza, así Iguazú (Argentina) …o el de lesión visual que impide  la percepción de las cosas , y es esta  acepción la que provoca estas letras, pues hay muchas personas que viven con cataratas, que prefieren “su ceguera”, antes que descubrir la compleja y difícil realidad que nos golpea, que prefieren vivir su mentira antes que descubrir y encarar la realidad ¿Es mucho pedir que no nos contentemos con palpar la realidad, sino que la veamos, la analicemos, la juzguemos, premiemos lo bien hecho y destruyamos la “morralla”, lo tóxico?.¿Habrá que volver a reivindicar las excelencias de los tortos con picadillo o la tortilla de patata para airear sus méritos? Si los animales quieren y deben conocer su realidad, con más razón el ser humano.

 



Dejar un comentario

captcha