Hacía tiempo que no me daba una vuelta por el llamado parque de  invierno de Oviedo y el buen tiempo que de momento disfrutamos me invitó a ello. Con el parque de San Francisco como ombligo verde de la ciudad, éste parque, junto con el de Pura Tomás, constituye un lugar ideal para solaz esparcimiento de los ciudadanos capitalinos. El parque de invierno está cuidado aunque no estaría de más recordar a los usuarios que no tiren basura en los prados y es que en cuanto luce el sol hay un totum revolutum de niños, perros y parejas haciendo footing o mayores paseando. Como única nota discordante, señor concejal encargado de parques y jardines, una parcela mal vallada con tres casetas a medio construir, hoy en ruinas, sobre las que me dicen eran para una pista para practicar el voleibol con vestuarios incluidos, construida a cuenta de aquel ya olvidado plan Zapatero y  que en medio de la operación E se terminaron los fondos y, por tanto, la empresa adjudicataria paró en seco la obra que así de abandonada quedó. Creo que es deber del ayuntamiento ovetense solucionar este feo parche que además puede constituir un peligro para los niños que juegan en sus cercanías.

Al caer la tarde y cuando el sol ya se iba ocultando vislumbre en la lontananza a un ciudadano paseando meditabundo, dándome cuenta de que era mi apreciado Gerardo Iglesias, hoy y desde hace años apartado por voluntad propia de la actividad poíitica. No hace mucho escribió un libro sobre los guerrilleros anti franquistas cuando la guerra civil y vendió más de cinco mil ejemplares. Entonces gobernaba Asturias el general secretario Francisco Alvarez-Cascos, buen amigo suyo pese a las diferencias ideológicas, y le solicitó que el Principado construyera un museo dedicado a la memoria de estos guerrilleros anti franquistas. O no había euros, lo más probable, o al líder de Foro le pareció que era mucha concesión a la izquierda asturiana, el caso es que el deseo de Gerardo Iglesias duerme en algún cajón de la Administración autonómica el sueño de los deseos no cumplidos en una tierra precisamente a la que en los últimos años se la ha llenado de museos a modo, pienso, de panteón recordatorio de la historia regional.

En la primera semana de septiembre la asociación “Langreanos en el mundo” que preside Florentino Martínez Roces, a su vez presidente del Centro Asturiano de Málaga con sede en Torremolinos, celebrará su tradicional semana en en el valle del Nalón, concretamente los VII encuentros Langreanos en el Mundo. De ella destaco el acto que tendrá lugar en Langreohotel el viernes día 6 en que el empresario asturiano afincado en Chile Elpido Llaneza recibirá la distinción anual de los langreanos mundiales. A Elpidio Llaneza le conozco hace años gracias a nuestro común amigo Desiderio Díaz López, ex presidente de la Federación Asturiana de Bolos, y de amigos de Cotorraso como José Pin, Senen, Placido, etc. Elpidio Llaneza, que llegó a ser presidente de la Cámara de Comercio en de Chile, tiene en aquella ciudad una licorería bautizada con el nombre de “El Gaitero” y los distintos licores que fabrica llevan nombre de motivos asturianos, caso de la ginebra que se llama “Río negro”. Pues estaremos ese día en Langreo para darle un abrazo, que este buen empresario natural de Veneros -nació frente a la casa natal de Manuel Llaneza pero no son familia- se merece-