Un infarto le ha quitado la vida. El gijonés Fernando Vallado acaba de fallecer de manera inesperada. Fue un gran tipo, experto en protocolo, especialidad en la que desarrolló sus habilidades profesionales durante años tras haber probado suerte en la radio y en el teatro gracias a su excelente voz y a su personalidad. También hizo pinitos en la política. Admirador de Adolfo Suárez, entró en el CDS saliendo elegido concejal en el ayuntamiento de Gijón en la primera etapa como alcalde de Vicente Alvarez Areces. Era una etapa convulsa, conflictiva, y dejó el cargo al año, apartándose para siempre de los devaneos políticos para los que, me confesó en más de una ocasión, no tenía estómago. Hubo un tiempo, hace ya años, en que coincidimos los sábados en la emisora que Antena 3 tenía en Oviedo, cuando estaba ubicada en la calle Cardenal Cienfuegos. Entonces la dirigía un joven Jesús Ortíz que iba a saludarnos con sus tres hijas, muy pequeñas, una de ellas la hoy Princesa de Asturias. En fin, amigo Fernando, descansa en paz. Estoy seguro que con tu sapiencia protocolaria pondrás orden, como debe ser, en las praderas de Manitú.
Los grandes partidos están en horas bajas, no cabe duda. Parece que el gran arranque político que todos los años hacía la FSA y la UGT en Rodiezmo, en la fiesta minera, al desaparecer ésta ahora toca bajar el tono y eso es lo que estos días ha venido haciendo el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba aprovechando sus vacaciones en el oriente asturiano. Han culminado con un más que discreto acto en Llanes arropado por sus incondicionales Antonio Trevín, María Luisa Carcedo, Maraví Monteserín, la alcaldesa de la villa Dolores Campillo y poco más. Se echó de menos al senador Vicente Alvarez Areces pero, claro, no es de la cuerda; además, tras su reprobación por el parlamento asturiano no está ya bien visto en algunos círculos políticos. Como aquí no pasa nada y todo va viento en popa nuestros políticos se entretienen metiéndose unos con otros, aparentemente solo de acuerdo a la hora de cobrar las sustanciosas nóminas a finales de mes. Hasta el diputado forista Enrique Alkvarez Sostres le enseña los dientes al también diputado Gaspar Llamazares mientras el general secretario Francisco Alvarez-Cascos, más nervioso que de costumbre por lo del caso Bárcenas, lanza diatribas contra Rubalcaba por el tema del carbón. Lo cierto es que no hace muchos días el inefable ministro de Industria José Manuel Soria, que se cargará definitivamente el carbón asturiano pero que sacará petróleo de las Islas Canarias, su tierra, ha contestado una pregunta del diputado de IU por Asturias anunciándole la desaparición del Instituto del Carbón y el más que probable pase de HUNOSA de la SEPI (Ministerio de Industria) al de Hacienda de Cristóbal Montoro. Vamos, no va a haber cielo abierto que la salve.
Los ecologistas han comenzado a moverse para oponerse precisamente a los nuevos planes de HUNOSA para extraer carbón a cielo abierto. Su defensa de Asturias, paraíso natural es encomiable, pero siempre me asalta la misma duda. ¿Por qué estos ecologistas nunca luchan contra la destrucción de este paraíso natural que provocan las extracciones de piedra?. Los terrenos en donde se extrae carbón a cielo abierto pueden ser restaurados perfectamente, y hay muchos casos en nuestras cuencas, pero los de piedra no son posibles de restaurar; ahí tenemos las canteras de Tudela Veguín o de Arcelor Mittal en la parte posterior del monte Naranco, verdaderos atentados ecológicos a los que a nadie parece preocupar. Claro que no es lo mismo meterse con HUNOSA que con Arcelor Mittal o el Grupo Masaveu.