Sabino García Vallina. Orgullo asturiano

La 59 edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias en Gijón entra en su recta final bajo la acertada dirección de Alvaro Muñiz quien, siguiendo los pasos de su maestro, Pedro García Rendueles, no solo ha sido capaz de sortear la crisis si no que este año todo indica que el certamen ha levantado de nuevo vuelo. Alvaro Muñiz es también desde hace unos meses presidente del Ateneo Jovellanos de Gijón al que está aplicando no solo nueva savia sino además actividad cultural y recreativa que pronto llevará a la entidad a ser cabeza en el resurgimiento gijonés.

Esta mañana precisamente el Ateneo Jovellanos ha entregado en su IX edición el premio Económico y de Desarrollo Industrial de Asturias -una estatua del gran Favila- al empresario Sabino García Vallina, presidente y consejero delegado del Grupo TSK, una de las empresas más punteras e internacionales que tiene Asturias, con sede en el Parque Tecnológico de Gijón y con presencia operativa en más de veinte países. Una decisión acertada la del Ateneo Jovellanos porque es justo premiar a emprendedores que apuestan por una Asturias industrial, moderna e innovadora como es el caso del grupo TSK. Sabino García Vallina, un ingeniero nacido en Siero, con comienzos difíciles, supo aprovechar hace 40 años empresas decadentes en el terreno industrial asturiano y fundar este grupo que en la actualidad cuenta con más de 700 empleados cualificados y que no solo se ocupa de la construcción llave en mano de plantas medio ambientales, eléctricas, etc. por esos mundos de Dios si no que también, en colaboración con la Universidad de Oviedo y con el propio gobierno del Principado, lleva a cabo una labor de formación profesional de lo más interesante. TSK, con resultados que en el último ejercicio podemos calificar de espectaculares, no solo tiene previsto ampliar su sede central en Gijón, no hace mucho construida, si no también tiene previsto ampliar su plantilla con 250 nuevos ingenieros, plan no hace muchas fechas presentado en la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial de la universidad asturiana.

Sabino García Vallina -uno de sus méritos ha sido saber rodearse de un competente equipo técnico y directivo- no baja ni por un momento la guardia sabedor que para competir en los mercados internacionales, ante la atonía del mercado nacional, debe presentar ofertas ajustadas y competitivas, destacando principalmente en el sector eléctrico y medio ambiental. TSK es una empresa asturiana con vitola internacional que ha venido desarrollándose al alza en los últimos años con discreción y eficacia. Su ejemplo debe servir de faro a esta nuestra comunidad cuyo bagaje industrial ha sido impresionante a lo largo de la historia comtemporánea. Creo que todos, unos y otros, en esta Asturias que tiene que levantar cabeza y superar sus adversidades debemos de cuidar figuras como la de Sabino García Vallina. Es lo que se dice un emprendedor al que el horizonte regional nunca le ha limitado, todo lo contrario. Por tanto me alegro del homenaje que ha recibido esta mañana en el recinto de la Feria de Muestras por parte del  Ateneo Jovellanos. Y es que Alvaro Muñiz sabe lo que se trae entre manos: Apoyar, en definitiva, una apuesta de futuro para un grupo como TSK con pasado interesante y presente sólido. Vamos, una realidad empresarial de la que los asturianos tenemos que sentirnos orgullosos.



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