Tengo un amigo, José Ramón Castañón, fiel seguidor de este blog, que cada día que no escribo me echa una bronca. Muchas veces a lo largo de mi dilatada vida periodística me he planteado lo difícil que es escribir mientras una mayoría de lectores considera que los que vivimos de ello tenemos una varita mágica a modo de inspiración que en cualquier momento y ante cualquier circunstancia, aunque tengan uno fuerte dolor de muelas, de su pluma, ahora teclado, deben de brotar obligatoriamente las palabras aunque no sean mágicas. Así que en este lunes otoñal, lluvia incluida, aunque me siento algo desganado me pongo a ello para que Castañón no me da la vara con su protesta.

¿Por donde empiezo?. La noticia estará mañana en el despacho del juez Ruz en el que tendrá declarar como testigo sobre el caso Bárcenas el ex secretario general -para mi siempre será el general secretario- del Partido Popular Francisco Alvarez-Cascos, hoy fundador presidente de Foro Asturias. Tanto él como Javier Arenas y Dolores de Cospedal lo harán como testigos, y de primera fila, por lo que están obligados a decir la verdad, ¿Y toda la verdad?, sin necesidad de llevar abogado, sobre todo lo que se les pregunte. A lo mejor  el hoy presidente de Foro acude al despacho de su señoría arropado por el único diputado que su partido tiene en el Congreso, Enrique Sostres, antes también fue del PP, quien supongo esta temporada estará cargando pilas en su finca de Pravia. Claro que unos van y otros vienen. Así le pasa al diputado del PP Luis Venta que en su momento abandonó el Partido Popular para inscribirse en Foro donde estuvo seis meses para retornar de nuevo al redil conservador. En democracia, por fortuna, cada uno es muy libre de apuntarse a donde quiera pero lo que me parece mal son unas recientes declaraciones de este voluble político que sin venir a cuento ponen de chupa domine a su antiguo jefe al que califica de todo, incluído lo de dictador. En esta vida y, por supuesto, en política, hay que ser señor aunque muchos de los que están en la piragua no lo sean. Malo cuando perro muerde a perro aunque no sea de la misma raza. Supongo que las declaraciones de Venta Cueli es un movimiento más del partido que en Asturias dirige Mercedes Fernández, cada vez más desdibujada, para intentar captar a militantes de Foro, tajante orden dada por Mariano Rajoy hace meses pero que hasta el momento se está cumpliendo con escaso éxito.

Aquí ya se habla, incluso por el propio protagonista, Enrique Fernández-Miranda, sobre la posibilidad de un relanzamiento del PP asturiano que el año 2015, en el que  habrá elecciones generales, autonómicas y municipales, se acerca vertiginosamente. ¡Cómo pasa el tiempo camino de lo inevitable!. Antes, incluso, en el 2014 habrá un primer combate electoral, las elecciones europeas, y me consta que a los dirigentes del PP y del PSOE no les llega la camisa al cuerpo pensando en la abstención y el crecimiento de partidos colaterales al bipartidismo -UPyD, IU, Foro, etc- producto del descontento de la mayoría de los ciudadanos.

Izquierda Unida, de la que siempre tengo la impresión de que es como un meteorito de trayectoria errática, no tuvo empacho en votar a favor de responsabilizar a Vicente Alvarez Areces y a otros antiguos socios en el gobierno autonómico sobre los desmanes del caso “Marea” . Ahora el portavoz de IU en el ayuntamiento de Avilés Alejandro Cueli pide la cabeza de la alcaldesa socialista Pilar Varela por el caso Niemeyer, asunto además que pronto comenzará a ser debatido por una comisión en la Junta General del Principado. Alejandro Cueli, estoy seguro, sabía desde hace tiempo que las acciones de la alcaldesa y del director del ayuntamiento José Manuel del Arco, del que también pide el cese, no estaban en absoluto claras pero, claro, no era el momento; ahora sí empieza a serlo. Avilés es para IU, como para la derecha asturiana, una perla a quitar al PSOE, como para éste lo es Oviedo. En la capital del Principado, en unos y otros empieza a haber movimientos y pronto tendremos sorpresas, pero, bueno, por hoy ya está bien. Espero, querido Castañón, hayas quedado satisfecho.