Librería Santa Teresa echó el cerrojo

La historia se forja con los años. La librería Santa Teresa que ayer bajó el telón para siempre. Durante 85 años estuvo al frente y servicio no solo de los ovetenses, sino de toda Asturias. Se escribió mucho estos días, plumas brillantes del panorama astur sobre su pasado y anécdotas.
Mi versión es bien distinta a todo lo que leí. Me baso en la relación mercantil entre la ya desaparecida librería y la empresa dónde estoy. Son cerca de 27 años de relación comercial (cuando pongo cifras, me asusto... voy para mayor ) y la verdad que como cuando una persona se muere, todo son parabienes. Debo decir, que en mi caso la misma fue de lo mas correcta. Me envías una copia de entrega, factura, o un extracto de cuenta.
Llevaba varios días, con la idea de la despedida. Sabía que cerraba a las ocho de la tarde, así que un cuarto antes, entraba por última vez en la librería.
Lo tenia claro. Alberto Polledo - el propietario, atendía una llamada telefónica - supongo que de despedida. Cuando colgó, le hago una seña y se me acerca.
Una leve sonrisa de complicidad, a la vez que me extiende la mano. Alberto, me gustaría tener un recuerdo de este día. Deseo llevarme el  último libro que figura en el escaparate como el de "la semana", por supuesto es el suyo: " Buen camino " ( De Oviedo a Santiago tras los pasos de Alfonso II )
Para no andar con retoricas. Visiblemente emocionado, me dejó esta dedicatoria:
" Julio 2013. Para, Manuel Luis, colega de profesión, con todo el cariño el día que Santa Teresa pone fin a su singladura. Un fuerte abrazo."
Con la rubrica, le solicité el sello de la librería y la correspondiente Factura Nº 454.101 ( me hace una rebaja ) y como la fecha -31/7/2013- ya viene sobreimpresa, todo concluido. Sino es el último libro que pasó por Caja, cerca está. Las otras compras eran de saldos, bolígrafos, documentos contables y sobre todo carpetas de archivar. Ya que los precios eran de risa. Le estaban demandando que saliera para sacar fotos. Estaba en el exterior su esposa, familiares y amigos. Entre ellos, el ex-alcalde de la capital Antonio Masip.
Otro libro para mi tesoro particular. Les diré que la factura ya esta pegada en el interior del libro. Ahora, que escribo todo esto, observo que la portada muestra a un peregrino del pintor asturiano Manolo Linares, así que la próxima vez que lo vea por La Goleta, otra dedicatoria. Será como un valor añadido.
Prometo leer el libro y sobretodo conservarlo como una pequeña reliquia. Cuando pase por la calle Pelayo, seguro que una mirada se me va escapar para el enorme hueco que deja esta emblemática librería.
Es de los artículos que te dejan triste. Pero debo ser fiel a la realidad y ésta es la de un adiós para siempre. Otro trozo de la historia cultural de la vetusta ciudad se quiebra.



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