Le suelen llamar de Alemania para dar conferencias, que el gobierno de la Merkel aprecia mucho su experiencia como ejecutivo de empresas en dificultad, pero vive ya retirado en la localidad paterna de Lavio (Salas), tierra que da buenos cerebritos. José Feito Fernández, nacido en 1943 en La Habana, como el mismo dice, en la retaguardia de la guerra mundial debido a que su padre, a raíz de la guerra civil española, salió por pies a Cuba, país donde ya la abuela de José Feito había estado varias veces –cruzó en veinte ocasiones el Atlántico- iniciando sus estudios hasta los nueve años en el grupo Jovellanos del Centro Asturiano de La Habana.
Lavio es un núcleo rural que José Feito califica como una pasada, tal es la belleza de sus parajes, por donde transcurre el camino real y cuya realidad poética describió el folklorista Modesto González Cobas en un discurso en el RIDEA. Regresada la familia de Cuba a Asturias –Feito con nacionalidad de aquel país ya que tardó años en que le reconocieran la española- estuvo en la escuela de Lavio hasta los 13 años en que se fue para Oviedo donde inició por libre sus estudios en la Escuela de Comercio. Se hizo perito y profesor mercantil y allá por el inicio de la década de los 60 fue delegado de estudiantes de la Escuela de Comercio siendo el primer centro universitario de España que se separó del SEU. A Feito le sustituyó en 1965 como delegado estudiantil José Manuel Fariñas, otro joven que apostaba decididamente por la democracia y por tanto por el derrocamiento del régimen franquista, siendo por aquel entonces rector de la Universidad de Oviedo José Virgili Vinadé que lo estuvo de 1961 a 1973.
Tanta actividad política fuera del sistema hizo que José Feito fuera detenido en varias ocasiones por el famoso jefe de policía en Asturias Claudio Ramos hasta el punto que por su condición de cubano es expulsado de España en 1965. Los policías le cogieron y le dejaron al otro lado de la frontera francesa con una mano atrás y otra adelante. “Había logrado sacar mil pesetas lo que me permitió comprar un billete de tren hasta Paris donde estuve año y medio” me dice. Fue representante del movimiento democrático español y como la capital de Francia le quedaba pequeña para sus inquietudes ni corto ni perezoso se fue a estudiar a la República Democrática Alemana. A la Escuela Superior de Economía en el Berlín oriental. En dos años domina el alemán a la perfección –a su inseparable perro, Tribilin Flavio deustsche jagdterries, ahí es nada, le da órdenes en alemán- y logra el título de bachillerato de aquel país, especializándose en economía de mercado a partir de la lectura de El Capital de Marx. La opresión franquista y su disconformidad absoluta con el régimen hizo que en 1961 se afiliase al clandestino Partido Comunista de España en el que estuvo hasta 1981 en que desencantado se dio de baja.
José Feito, tras muchas vicisitudes para que le reconocieran la nacionalidad española, la última gestión que por aquel entonces hizo el ministro Pío Cabanillas Gallas antes de cesar, regreso a nuestro país en 1973, teniendo actualmente la doble nacionalidad, cubana y española. A su regreso a Oviedo aprueba la asignatura que le faltaba, matemática financiera, con el profesor Gayol, y empieza a trabajar dando clases con los Salesianos en la Fundación Masaveu y como jefe administrativo de El Hórreo en Noreña. Durante cuatro años trabaja en el gabinete de estudios de Comisiones Obreras, pulsando día a día la crisis que ya afectaba a nuestra comunidad autónoma. Fue gerente de Pan Nalón, sociedad laboral, entre otras firmas, y terminó montando un despacho en la calle Fruela de Oviedo como estudio de viabilidad para empresas pequeñas y en dificultades “vamos, que necesitaban urgentemente operaciones de oxígeno, como en la selva”. Su socio en aquel despacho fue otro experto en tejido empresarial, Roberto García Cosmea.
Posteriormente este profesor mercantil elaboró un plan de viabilidad para la lechera Valdés SAT, en el occidente asturiano, que al final, creo, terminó tras una fuerte crisis en manos de la Central Lechera Asturiana. También fue el autor del proyecto en origen del plan leader Valle del Ese además de presidir las negociaciones de importantes convenios colectivos como el de Hidroeléctrica del Cantábrico. Experto asimismo en temas de desarrollo rural su formación germana le llevó a ser requerido por distintos organismos de aquel país para participar en seminarios y conferencias. Mafersa, Talleres Herbe… fueron también algunas de las empresas asturianas por las que pasó como cirujano financiero y reflotador de las mismas. Pertenece a la Comisión Católica de Emigraciones y nada más terminar nuestro encuentro se dirige a Lavio para preparar las maletas camino del estado alemán de Renania del norte-Wesfalia donde moderará una serie de debates sobre la emigración y el momento europeo. José Feito ha sido toda su vida un inquieto profesional pero ahora, en cuanto puede, regresa a Lavio para cuidar su querida mascota a la que da órdenes en alemán.
1 comentario
# sofi Responder
09/04/2012 11:16Gracias por publicar un artículo tan interesante. Vista tanta manipulación y despropósito me aterra que se extraiga la conclusión de que es necesario destruir para volver a emplear a quien construía. Ahora estamos formados, debemos evitar la manipulación.