Detroit , llamado “Motor City” por ser la sede de empresas como GM, Ford y Chrysler, sería paradigma del mayor éxodo masivo de población sufrido por una ciudad moderna durante los los últimos 70 años , éxodo motivado por la deslocalización de las plantas de montaje de las grandes del automóvil, que buscando una reducción de costes salariales, se instalaron en estados como Texas, Kentuky, Tennesse o Misouri, provocando el éxodo de trabajadores cualificados de raza blanca de Detroit a dichas localidades, lo que unido con que los altos impuestos por vivir dentro del área metropolitana se reducían drásticamente en el extrarradio, contribuyeron a la desaparición de una parte significativa de su activo humano, vital para el dinamismo y crecimiento de su área metropolitana.
Detroit habría pasado de tener en el área metropolitana 1, 8 millones de habitantes en 1960 ( 90 % de raza blanca) a 700.000 en el 2012 (84% de raza afroamericana), movimiento migratorio centrífugo conocido coloquialmente como “white fligt “ (vuelo blanco) ya que la mayoría de la población que emigraba a los extrarradios era de raza blanca y de clase media y alta, quedando la población de color confinada al este de la ciudad en una zona irónicamente denominada “Paradise Valley” (Valle paraíso). Nos encontraríamos pues ante un escenario distópico, donde el 36% de la población viviría por debajo del umbral de la pobrezay con la tasa de delincuencia más alta de todo EEUU, favorecido por la drástica reducción de ingresos, la corrupción de sus autoridades locales y la lacerante falta de inversiones en los servicios públicos.
Así, según la agencia Reuters, Detroit se declaró en bancarrota este jueves, concretando la mayor quiebra municipal en la historia de Estados Unidos y agudizando la crisis financiera de una ciudad inmersa en una espiral de deuda a largo plazo que se estima en 20.000 millones de dólares tras la negativa del Gobierno Federal a acudir a su rescate y tras la que subyacería la corrupción generalizada de las autoridades municipales y el brutal descenso de población.
Además, la suspensión de pagos obligará a la ciudad a recortar todavía más los programas de asistencia social , subir los impuestos y privatizar la mayoría de servicios públicos, deviniendo una situación altamente explosiva que podría hacer que el área metropolitana de Detroit estalle en violentos disturbios callejeros donde se entremezclarán las demandas sociales con las de segregación racial, no siendo descartable el efecto mimético al resto de ciudades con alta tasa de población afroamericana ( New Orleans, Washington, St-Louis, Los Ángeles, New York, Atlanta, Cleveland y Chicago) y la reedición delos violentos disturbios raciales del verano de 1963.
La vigencia de las ideas de Jeremiah Wright : El reverendo Wright en un sermón pronunciado en el 2001 en la parroquia de la United Church of Christ de Chicagoexpresó la necesidad de una metanoia colectiva de la sociedad estadounidense “que transforme las guerras militares imperiales en guerras políticas internas contra el racismo y las injusticias de clase” , para lo que propuso una redistribución fundamental de la riqueza a través de la reasignación del presupuesto público. Citando el “regalo de la Administración de George W. Bush de 1.300 billones de dólares en exenciones de impuestos para los ricos”, replicó con una propuesta de financiación pública de asistencia médica universal y de reconstrucción del sistema educativo para ponerlo al servicio de los pobres.
Asimismo, en una conferencia pronunciada en la Universidad Howard (Washington) en el 2006 afirmó: “Este país se fundó y está dirigido según un principio racista (…) Creemos en la superioridad blanca y en la inferioridad negra (…) más que en el propio Dios“, según un extracto publicado por The Wall Street Journal.
Obama, hijo espiritual del Reverendo Wright y deudor del título de su libro “La Audacia de la Esperanza,”, se vio forzado a renegar de su paternidad ideológica y no dudó en desmarcarse de la influencia de su mentor religioso ante los ataques recibidos siendo todavía senador. Sin embargo, Obama en su libro “Los Sueños de mi padre” habla sobre la actitud vital de la población afroamericana , marcada por el estigma generacional de “una segregación racial que ha caracterizado el devenir norteamericano” según sus palabras, herida sin cicatrizar que posiblemente vuelva a abrirse y estallar en su segundo mandato.
En efecto, tras la muerte del adolescente afroamericano Trayvon Martin por el vigilante George Zimmerman, el profesor de Estudios Culturales y Negros en la Universidad Duke, Mark Anthony Neal afirmó:”Lo primero que aprendimos es que no hemos superado el asunto de la raza. En la elección de 2008 se tenía la esperanza de que haber elegido a Obama nos permitiría trascender las cuestiones de raza” .
Por su parte, Arthur Jackson, pastor de la iglesia a la que asistía su madre , instó a los fieles a mantener la paz después del veredicto en el juicio contra George Zimmerman, quien fue hallado no culpable del cargo de homicidio, con la esperanza puesta en la actuación de las autoridades federales. Así, según la agencia AP, el secretario de Justicia Eric Holder consideró la muerte de Trayvon “trágica e innecesaria” y aseguró que el departamento a su cargo seguirá “los hechos y la ley al revisar las evidencias para determinar si es necesario presentar cargos penales federales” en un discurso ante la convención nacional de Delta Sigma Theta, la fraternidad afroamericana más grande existente en el país.
Recordar que la revisión del caso por parte del Departamento de Justicia se encargaría de aclarar a partir del análisis de las evidencias del caso si cabe presentar cargos por violación a los derechos civiles , pero en el supuesto de que el resultado de su actuación no resulte satisfactoria para los defensores de los Derechos Civiles, asistiremos al agigantamiento mediático del líder pacifista negro, el reverendo Jesse Jackson y a la reedición de la gran marcha sobre Washington (Martin Luther King, 1.963) .
Agudización de la fractura social en EEUU: Según un artículo de la publicación canadiense Global Research, 47,8 millones de estadounidenses vivirían bajo el umbral de la pobreza y deberían utilizar los cupones de alimentación (SNAP por sus siglas en inglés), para satisfacer sus necesidades alimenticias , lo que se traduce en un aumento del 70 por ciento desde 2008 debido a la elevada tasa de desempleo y pobreza.
Así, desde el inicio de la recesión en 2008, 28,2 millones de personas se inscribieron en el SNAP y unos 10 millones de niños vivirían en la pobreza extrema, según dicha publicación. Por otra parte, la reducción en el Presupuesto del 2013 de cerca de 85.000 millones de dólares, ha obligado al Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC) a eliminar beneficios a casi 600.000 madres, lactantes y niños, según la publicación canadiense.
Además, según elpais.com, la tasa de paro de EEUU se mantiene en el 7,6% en el mes de Junio, lo que significa unos 11,8 millones de parados (la población combinada de Nueva York y de Los Ángeles), a lo que habría que sumar los 7,9 millones que trabajan a tiempo parcial por las condiciones de sus empresas o por motivos económicos (comparable al total de vecinos en Chicago, Filadelfia, Houston y Phoenix) y los 2,2 millones que no buscan empleo, (como Dallas y San Francisco), lo que aunado con futuros recortes del presupuesto federal, contribuirá a la agudización de la fractura social de la sociedad norteamericana con el consiguiente deterioro de las prestaciones públicas y un claro retroceso de los derechos civiles, lo que supondrá el finiquito de la sociedad multirracial como utopía factible en los Estados Unidos del siglo XXI.
Fuente: Globatium