Todavía ando por aquí. Ya se que hace unos días que no me dejo ver por esta pantalla, otras actividades bien distintas al arar surcos de letras una tras otra me tenían retenido. Aunque estamos sumergidos totalmente en los días en que reina la vagancia, me da no sé qué hablar/escribir sobre dónde se va la gente a veranear, más que nada por respeto a los que llevan meses buscando precisamente lo contrario... sentirse activos.
Me preguntan con los que comparto mis ratos de asueto qué dónde toca este año ? Les digo que las divido en dos partes (las vacaciones) y es verdad. Las dos ultimas quincenas de agosto/noviembre. Pero este será el tercer año consecutivo que las pasaré sin salir de Asturias. La primera parte en una cabaña en el Puerto de San Isidro y la otra en mi pueblo natal: Moreda de Aller.
Tengo un poderoso motivo personal para actuar así y se me va entender más que de sobra. Mis padres ambos - suerte tengo - alcanzan la redonda cifra de 80 años (este año). Y como soy un privilegiado solo deseo pasar el mayor tiempo posible a la vera de ellos. Ya tendré, si es que no me voy primero, tiempo para sentirme solo. Me adelanto a los reproches que me pueda plantear de no saborear esta etapa bajo su protección/cariño. No ando con tapujos, y como esto lo suelen leer mis íntimos ya sabéis amigos por dónde me podréis ver.
Sobre todo me va a dar no se qué cuando lea esto mi madre; quizás le entre la ternura que siempre mantuvo conmigo. No lo hagas por nosotros - me dirá con su dulce voz - tu sal y disfruta de la vida.
Mi mayor placer, la presencia de los que me dieron la vida. Y gracias a Dios están conmigo. Este "finde" lo pasaré entre riscos, vacas, terneros y, cómo no..., con mis padres. El domingo me acercaré hasta el pueblo de Isoba, donde se celebran las fiestas de la localidad en honor a Sta. Magdalena. Retazos de mi vida puestos ante los iris de los que estáis en estos momentos caminando sobre esta ventana. Os dejo que el Alsa no espera. Pasarlo bien en todo momento.