Las autoridades europeas competentes en la materia no tienen claro si las entidades financieras de la eurozona, entre ellas las españolas, van a necesitar más ayuda. Las economias del viejo continente se esán paralizando -por mucho que en nuestro país se empeñen en proclamar todo lo contrario- y el crédito continúa sin llegar a las pequeñas y medianas empresas, a los autónomos y a las familias.
La banca, con todas las ayudas y todos los privilegios, está en una situación más que preocupante, aunque nos quieran transmitir tranquilidad.
Los Bancos españoles, al día de hoy, deben al Banco Central Europeo 250.000 millones netos de euros. Aún con la facilidad de financiación que tienen -lo que no ocurre para sus clientes- y el bajo tipo de interés que se les viene aplicando para tal financiación, con todo: ¿alguien puede pensar que nuestras entidades están bien cuando deben esa ingente mil millonada?.
Más claridad, menos usura y menos paraisos fiscales.