Lo que está pasando en el Partido Popular y, en consecuencia, en el Gobierno es preocupante y deprimente. Es insufrible, en definitiva. Tanto externa como internamente funcionan a base de circulares de obligado cumplimiento. Pero, tan mal lo hacen que se les nota.
Hoy dicen una cosa, hacen una propuesta en España, y mañana cambian de opinión según la circular que emita desde Bruselas la Comisión Europea o desde Alemania, a título individual, la canciller Merkel.
En el plano interno, lo mismo. El domingo se publican los originales de Bárcenas, lunes y martes no saben lo que hacer y ayer miercoles salen en tromba ministros y colegas a decir que el presidente Rajoy es una persona decente, honesta y honrada. Tienen tan poco discurso y se adaptan tanto a la circular que todos emplean los mismos terminos y las mismas palabras. Y claro, tan mal y apresuradamente lo copian que se les nota.
Estoy convencido de que estamos ante el peor Gobierno democráticamente elegido que ha tenido España. Tienen una mayoria absoluta y consolidada y la están dilapidando entre mentiras y engaños al electorado. Están hundiendo al país más de lo que ya estaba. Estan haciendo una gestión nefasta de la crisis económica y social y una aún peor gestión interna del propio Partido.
Si Rajoy dice "que hay que hablar de las cosas importantes", en democracia una de las bases más importantes es la propia coherencia y honorabilidad de los dirigentes. Mariano Rajoy alabó y defendió la labor de Luis Bárcenas en el Partido Popular durante más de dos décadas. Y emitió una circular al respecto para que sus palmeros la divulgasen. Hoy es preso de sus palabras y sus silencios denotan no prudencia sino una incapacidad manifiesta.
Si ayer tocaron ministros, pasado mañana nueva circular y Alonso, Pons y Floriano, o las becarias, a repartir miserias. Silencio, Mariano Rajoy está pensando.