En esta ocasión parece que va en serio y no se trata de fotocopias. Si lo manifestado a lo largo de la conversación mantenida entre el ex gerente, tesorero y senador del PP, Luis Barcenas, con el director del Diario El Mundo, Pedro J. Ramírez, fuese totalmente cierto, desaparecerían gran parte de suposiciones narradas en todos los medios de comunicación, sobre la presunta financiación ilegal de la formación conservadora. El sistema de captación de efectivo, de lo más rudimentario, procedía de donaciones en metálico por parte de constructoras y otros empresarios, a cambio de adjudicaciones o contratos, cuya administración corría a cargo del citado Barcenas y el anterior tesorero Álvaro La Puerta.
Una vez recibidas y registradas las abultadas cantidades de dinero, La Puerta iniciaba el protocolo y comenzaba las gestiones con ministros, secretarios de Estado, consejeros, alcaldes, etc. para que contactaran con los donantes, los recibieran y atendieran con exquisita delicadeza y la oportuna discreción requerida.
Parte del dinero de las mencionadas entregas y dedicado a “otros fines” se utilizaba para pagar en “negro”, sobrecostes de las campañas electorales y eludir incomodas fiscalidades. Otra de las finalidades, de vital importancia, consistía en el pagro trimestral de sobresueldos en metálico al presidente, secretario general y vicesecretarios generales del partido.
Al margen de los temas puramente económicos, el ex tesorero se explayado en relatar otra serie de temas, entre los cuales destaca su comentario sobre la secretaria general del partido, Dolores Cospedal, llegando a decirle a Rajoy ¡o le paras los pies a esta tía o te quedas sin secretaria general! Igualmente también ha advertido que la documentación presentada, constituye una pequeña parte de la que obra en su poder.
Como siempre ocurre, para algunos, la publicación de la carta, forma parte del acoso emprendido por Pedro J. contra Rajoy, pobre argumento que no se sustenta pero algo tienen que decir para justificarse, en lugar de denunciar la ausencia de políticos serios y vernos obligados a mantener, en algunos casos, a simples oportunistas y traficantes de bananas, de los que tocan una hucha y se llevan hasta la sombra.
En esta coyuntura, reconozcamos que el “dominical” de Pedro J. va a provocar que sus señorías, o mejor dicho parte de ellas, comiencen sus merecidas vacaciones, revestidas de amargura, intranquilidad de conciencia y justificado pánico…
La epístola no tiene desperdicio y produce verdadero asco todo lo que cuenta, pero en caso de ser cierto todo lo que en ella se cuenta y poder demostrarse, posiblemente causaría grandes problemas a añadir a los que ya padece nuestro sufrido país.