Lo que era comentario generalizado por la mañana en los círculos cercanos al alcalde de Oviedo se convirtió en oficial a media tarde cuando a través de su mecanismo de información Agustín Iglesias Caunedo anunció el cese de Jorge Menéndez Vallina como concejal de Deportes, que no de Cultura, cargo que pasa ahora a poder del concejal Gerardo Antuña que es todo un comodín dentro el equipo municipal gobernante. Por tanto la crisis abierta en el seno del Real Oviedo con la dimisión del consejo de administración encabezado por Toni Fidalgo se amplía ahora al grupo municipal del Partido Popular ya que por el momento desconocemos cual será la reacción del concejal de Deportes cesado, esto es, si continúa en la Corporación, aunque la pérdida de confianza es evidente, o si se va lo que podría indicar su aspiración a presidir el club carbayón con el apoyo, que lo tiene, del accionista mayoritario, el grupo mexicano CARSO.
Este ovetense ingeniero de minas, Jorge Menéndez Vallina, cuyo último acto oficial fue el pasado domingo representando al alcalde en el partido de fútbol de ascenso a segunda B entre el Universitario y la Leonesa, siempre ha ido por libre con escasa presencia en el equipo de gobierno municipal y por supuesto lejano del núcleo duro de Agustín Iglesias Caunedo, del que forman parte Jaime Reinares, Benjamín Rodríguez Cabañas, el citado Gerardo Antuña y Belén Fernández Acevedo, fundamentalmente. Su presencia en los medios de comunicación ha sido más bien escasa pero se involucró desde un principio en la nueva etapa del Real Oviedo con la aparición del grupo mexicano de Carlos Slim, teniendo un intenso contacto con su yerno Arturo Elías. Muy amigo también del director general del Real Madrid, José Luis Sánchez, consiguió el insólito gesto por parte del club merengue de que éste donara 100.000 euros a través del ayuntamiento ovetense para la última ampliación de capital del Real Oviedo pero, la verdad, siempre tuve la impresión de que entre el concejal en cuestión y Toni Fidalgo no había química surgiendo ayer tarde en la junta la sorpresa de que la representación del 34 por ciento del capital social propiedad de CARSO sería representada por el concejal en cuestión, algo que no supieron hasta el mismo momento de la junta ni el consejo de administración del Oviedo ni el ayuntamiento que a su vez había enviado al teniente de alcalde Jaime Reinares a la reunión en representación del capital propiedad municipal.
Puede que ahora el alcalde y sus asesores -Jorge Menéndez Vallina fue abucheado durante la junta- intente reconducir la situación para que Toni Fidalgo reconsidere su dimisión así como también la de sus consejeros pero el calentón del periodista avilesino ayer tarde le ha dejado muy quemado además de tener constancia de que los mexicanos no se fían de él. El problema está en quién se va a responsabilizar este mes, en que hay que completar fichajes, muchos, y poner en marcha una nueva temporada, del funcionamiento del club además de buscar un nuevo conseejo. Sea quien sea el futuro presidente, si llega de la mano de los mexicanos se va a encontrar con la posición y el malestar del resto de las fuerzas vivas ovetenses y si, por el contrario, son éstas quienes lo proponen es posible que los mexicanos tiren la toalla y abandonen su aventura oviedista al sentirse, como ya está pasando, cuestionados en Oviedo. En todo caso comienzo a tener la sensación de que entre todos le mataron y él solo se murió. Al Real Oviedo me refiero, por supuesto.