En pleno estío seguimos anclados a la ropa de invierno. El hombre del tiempo es la cara mas vista estos días. Si tuviera una varita mágica para colocar sobre la piel de toro sólo soles... Pero la tiene Harry Potter y cualquiera se mete con los ingleses. No nos devuelven el Peñón y son capaces de quitarnos nuestras "Malvinas = Canarias/Baleares" Sólo nos quieren por el sol, pero este año va ser que no. De todas formas que vengan y se gasten unas libras en sus barras libres de cerveza. Volviendo a lo que ahora toca, los peor parados con este puñetero clima son los niños que estos días salen más que hastiados de sus "coles" para invernar en las cuevas de sus casas. Lo siento de corazón por ellos, deberían pasar al aire libre sus vacaciones, mas paleta en la arena y menos consola.
Otro que echa chispas es el paisano del carrito de los helados que volverá atizar el horno y a vender castañas. Lo de hacer el agosto con las terrazas, la hostelería lo tiene crudo. Los camareros contratados para cubrir la temporada no paran de implorar al cielo para que se vista de azul y aparque el gris para el otoño. Hoy domingo pondré una vela en misa de doce para que pueda estrenar unas sandalias que compré cerca de casa. De momento sigo con los calcetines. Menos mal que me sobró la crema de protección solar del año pasado, si no otro gasto innecesario.
Paraguas o parasol, ya tenemos un dilema. Como soy amigo de los chigres ya tengo una disculpa para salir. Por otra parte, debo ser solidario con el gremio y que esos puestos eventuales se mantengan por lo menos hasta que pase San Mateo, por mi no va ser. Nunca el sol tuvo tantas plegarias. Sal sol que te queremos ver.
