Los laberintos del Partido Popular

Tratar de seguir el programa electoral con el que ganó el Partido Popular las últimas elecciones generales o tratar de seguir sus decisiones desde que gobierna y, en mayor grado, las declaraciones y explicaciones de sus miembros es un asunto laberíntico y casi de pura fe.
Hoy una cosa, mañana otra; hoy no voy a hacer esto, mañana lo hago; hoy no estoy dispuesto a admitir más recomendaciones, mañana las recomendaciones son obligaciones. En definitiva, hoy no gobierno porque hoy y mañana quien gobierna en España es la Comisión Europea desde Bruselas. Nuestro Gobierno es una triste y vulgar marioneta y una simple correa de transmisión de los intereses y las decisiones foráneas.
Si María Dolores de Cospedal sentó cátedra con la indemnización "en diferido" de Luis Bárcenas, ayer su Jefe de filas y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tocó la cumbre de la idiotez al afirmar "en anticipado" el dato positivo de que ya hemos tocado fondo.
Con un déficit público en pleno desmadre; con una deuda pública en ascenso (a pesar de haber bajado esa cosa de meter miedo que es la prima de riesgo); con unas previsiones de decrecimiento de la economía para este año 2.013 de un -1,7%; con unas previsiones de aumento de la tasa de paro para el 2.014, que la sitúa en un 28% (es decir, cerca de 7 millones de desempleados); con ese panorama tan desbastador, nuestro Presidente, Mariano Rajoy, anticipa a años vista que él y el Partido Popular saben que la crisis y la economía española ha tocado fondo.
Solo un último apunte, los pitonisos del laberinto creen que el próximo año la economía española pueda crecer un +0,4%. Por su parte dicen los economistas independientes y objetivos que, para crear empleo neto en España, la economía debería crecer a un ritmo de un 2% anual.
Alguien debería ayudar a Mariano Rajoy, y a su equipo, a salir del laberinto en donde está desorientado y perdido. Cada día que se mantenga dando vueltas hacia ninguna parte, la Comisión Europea nos meterá a los españoles en la más absoluta pobreza, y la pobreza no tiene fondo que tocar.



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