Zoser e Himhotep

Tenía interés por seguir la entrevista que, la directora de informativos de Antena 3, Gloria Lomana, realizó al expresidente del gobierno, José María Aznar. Siempre, si existe la oportunidad como en esta ocasión, procuro poner la atención a las palabras de los grandes estadistas y de los lideres mundiales. Gloria Lomana, estuvo arropada en su trabajo por dos de los periodistas más objetivos e independientes de nuestro panorama nacional como lo son, sin duda, Francisco Marhuenda, director de "La Razón" y Victoria Prego, directora adjunta del diario "El Mundo".
A pesar de que las nueve de la noche no es una hora taurina, se vio a José María Aznar, como no podía ser menos, muy centrado y muy agusto con la terna de entrevistadores que le tocó en suerte. Obvió al picador, pasó por alto el tercio de banderillas y con casta y magisterio se dedicó, desde el centro del plató, a repartir capotazo tras capotazo hasta rematar una faena cargada de sobriedad política, excelsa en ideas, de una infalibilidad abrumadora y, en definitiva, pragmática y honesta. En un momento determinado de su intervención, Gloria Lomana, utilizando un símil taurino, le tuvo que decir que la respuesta que le daba era "una  larga cambiada".
A los 5 minutos de la entrevista ya aseguró que los únicos sobres que vio pertenecían a Felipe González y a los 20 minutos soltó lo de la terrible herencia recibida por el actual Gobierno. José María Aznar, que cuando entró a gobernar España ya cogió el país en la liguilla de ascenso, con todos los indicadores económicos europeos y mundiales a favor, con todas las "burbujas" casi a pleno rendimiento; que privatizó una buena parte de las joyas de la corona obteniendo pingües beneficios, sigue sintiéndose el promotor y único artífice de un milagro económico que, ahora se ve, en lugar de sentar unas bases para el futuro nacional se basó en la especulación y en el paraguas protector del resto de las economías europeas y que funcionó porque en aquellos años de gloria todo funcionaba y de qué manera. 
El expresidente Aznar pasó por televisión para reivindicar su propio ego. Para decir que de corrupción, de contabilidades "B" y de financiaciones ilegales en sus tiempos, nada de nada (hace dos meses salió Cospedal para decir que ellos, los que gobiernan ahora, cortaron las malas prácticas del Partido, igual es que quién dirigía el PP en la etapa anterior era Zapatero). Para decir que no se arrepiente de nada porque todo lo hizo muy bien(Irak se sigue desangrando y no aparecen las armas químicas). Para decir que su propio partido, que gobierna con mayoría absoluta, no lo está haciendo bien (ya que el PSOE va a desaparecer, según su opinión, que de lo contrario izquierdas volveríamos a sufrir). A decir, para redondear su faena torera y con el asentimiento de Marhuenda (¿¡...!?), que de seguir así las cosas, y si España y su Partido le necesitan, igual lo deja todo y vuelve a encabezar la Reconquista. Eso, marcando paquete.
José María Aznar se siente así mismo como el rey Zoser, de la III dinastía egipcia, se siente sobre el bien y el mal. A ver si vuelve y trae consigo a Alvarez Cascos, su Imhotep inseparable y Jefe de los trabajos públicos,  antes que se cierre la investigación sobre la trama Gürtell.



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