Me preocupa lo más mínimo el hecho de que el Real Madrid haya perdido la Copa del Rey.¡Estaría bueno con la que está cayendo en España!. Pero sí me preocupa -y ya lo comenté en un artículo de hace unos días- la clase de liderazgos, tipo Mourinho y Florentino Pérez, que llevan a una entidad deportiva o a la misma sociedad civil a un descrédito y a una ruptura total.
El pasado viernes, entre lo poco que vi por televisión de la final de la Copa, una vez acabado el partido y cuando el Real Madrid subió a la presidencia a recoger las medallas como segundo clasificado, se pudo comprobar como uno o varios jugadores quitaban con rabia las citadas medallas recién impuestas.
Me comentan -y no dudo de que sea verdad- que el entrenador del Real Madrid, José Mourinho, y el delantero estrella, Cristiano Ronaldo, en un acto de claro desprecio a su club y a las máximas autoridades españolas presentes en el acto, el Rey incluido, no subieron a recoger sus galardones.
El presidente del club, Florentino Pérez, y todo su gabinete jurídico, seguro que en aplicación de la Ley laboral vigente -cuya implantación tanto benefició a sus empresas constructoras- tiene suficientes argumentos para poner de patitas en la calle (vía Inglaterra) a los tales Mourinho y Ronaldo. Sobre todo al primero, por bajo rendimiento, incumplimiento de objetivos contando con el mejor equipo humano, rebelión, desprecio a las autoridades del país , desprecio al club y a sus socios y, además, por "pijo".
A ver que hace el presidente, Florentino Pérez, con su fichaje galáctico, lo que no me cabría la menor duda es lo que haría en circunstancias similares, y por mucho menos, con un empleado de ACS.