Este mediodía tuve la ocasión de asistir en el Palacio de Rubianes, en Cereceda (Piloña) a la presentación de las instalaciones de Veredales, el más importante resort natural del norte de España, y que ya en cuarta generación viene explotando y mejorando la cuarta generación de los Martínez-Noriega. Con el patriarca, Chema, coincidí en Los Dominicos de Oviedo y ahora es su hijo Angel es el director de este importante complejo que coadyuva de una manera importante a hacer realidad el eslogan turístico que en su día lanzó el entonces consejero Pedro Piñera en tiempos del abogado gijonés Pedro de Silva como presidente del Principado.
Fue una reunión distendida, informal, a la que asistió la alcaldesa de Piloña, la socialista Carmen Barrera Fernández a la que no conocía personalmente pero que tras nuestro encuentro hoy en el Palacio de Rubianes debo decir que me ha causado buena impresión. Piloña es un concejo con 7.800 habitantes y, como la mayoría, bajando su población, asfixiado el ayuntamiento por una importante deuda -7,5 millones de euros- superior al presupuesto anual que es de 6 millones, heredada por la gestión de anteriores corporaciones en tiempos que disparar con pólvora del rey parecía no conducir a la quiebra y que ahora Carmen Barrera lucha por reconducir lo que, me consta, va consiguiendo poco a poco. Estuvo también el secretario general de FADE Alberto González, que agradeció el rato de relax que le brindó la reunión, acompañado del director de comunicación de la patronal Juan Cepeda, que es piloñés. El presidente Severino García Vigón está en Madrid, en la CEOE, mientras continúa sin deshojarse la margarita sobre su marcha o continuidad al frente de la patronal asturiana. Lo sabremos el próximo mes. Laura Antón, la flamante vicepresidente de la Asociación de Hostelería del Principado y directora del restaurante La Goleta de Oviedo, quedó impresionada por las instalaciones de este complejo cuyas casas rurales, cuatro, comenzaron a funcionar allá por 198o, y hoy son catorce más el citado hotel, un palacio magníficamente restaurado con 23 habitaciones situado en la falda del Sueve en un paisaje francamente impresionante si bien, como pero que debo achacar al ayuntamiento, hay algún trozo en la carretera de acceso que necesita urgentemente asfaltado o, por lo menos, rebacheo.
Piloña es el tercer concejo de España en número de casas rurales -con este paisaje no es para menos- y en el caso que nos ocupa, el complejo Veredales, debo reseñar sus instalaciones complementarias que van desde campo de golf en el mismo hotel, con escuela de formación incluida, a campo de fútbol, pista de aterrizaje para ultraligeros o helicópteros, caza, pesca, equitación, senderismo, etc. La reunión me dio pie para cambiar impresiones con el empresario Manuel Cosme Adelaida, con el psicoesteta Ramiro Fernández, haciendo las maletas para acudir mañana al Bernabeu al partido de la final de la copa del Rey entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid, con el cronista oficial de la villa de Llanes, ahora residente en Sevares (Piloña), Ignacio Gracia Noriega del que me consta que mañana en Oviedo comerá con el eurodiputado Antonio Masip para recordar, seguro, aquellos buenos tiempos de cuando en los finales de los 50 estudiábamos bachillerato en Los Dominicos, con el director de la Sociedad Ovetense de Festejos Javier Batalla y con el editor de El Fielato Borja Marquez, acompañado de su esposa, y con la misma energía crítica de siempre que aunque muchos de la profesión no quieran reconocerlo ahí hay, en Borja, mucha raza periodística y empresarial.
Turismo importante, bodas, banquetes, eventos… Veredales es una muestra de lo que la iniciativa privada, no sin sacrificio, es capaz de realizar en tiempos nada fáciles, de ahí que este complejo me cause admiración al ser ademas obra de una familia de Piloña de toda la vida, los Martínez-Noriega, quienes, como digo, en cuarta generación continúan luchando sin desmayo por este paraíso natural que es nuestra tierra asturiana. El resort natural más importante de norte de España avala su esfuerzo.
